El Banco Central adjudicó 201 mil millones de pesos en Lebac. El vencimiento era de 525 mil millones de pesos. Esto implica que no se renovaron cerca de 300 mil millones de pesos. Parte de estos pesos que corresponden a entidades bancarias y no bancarias se podrían destinar a la compra de dólares a lo largo de esta semana, provocando nuevas presiones en el mercado cambiario. La tasa fijada en la renovación fue del 45 por ciento. El Central avanzó de esta forma en su programa de cancelación de letras. En el mercado secundario de Lebac hubo pocas operaciones. Esto se explicó porque la banca no pudo operar letras por la nueva regulación de la autoridad monetaria anunciada esta semana y los privados no encontraron liquidez para vender los títulos.
La entidad a cargo de Luis Caputo comunicó que la suscripción de Notas (Nobac) quedó desierta. Esto implica que el interés de los bancos por colocarse en estos activos fue casi nulo y obligó a la autoridad monetaria a retirar la oferta de estos bonos. El Central apostaba a que una parte de las Lebac de los bancos que vencían ayer iban a volcarse a este activo denominado en pesos pero a mayor plazo. Las entidades bancarias, si no dolarizan los pesos que no renovaron en la licitación, optarán por la compra de Leliq (letras de cortísimo plazo), lo que provoca un problema casi idéntico al que ocasionaban las Lebac.
En el Ministerio de Hacienda, mientras tanto, anunciaron que a partir de hoy licitarán letras del tesoro en pesos a tres y seis meses. Se trata de otra alternativa para que los inversores que salen de las Lebac vuelquen sus activos en pesos. “Se licitarán regularmente Letras del Tesoro Capitalizables en Pesos (Letes en pesos) comenzando el 15 de agosto de 2018”, indicó la cartera a cargo de Nicolás Dujovne. Se indicó que las letras a 105 días tendrán una tasa nominal mensual de 3,0 por ciento, al tiempo que las de 224 días se ofrecerán con una tasa mensual de 2,8 por ciento.
La estrategia del Ministerio de anunciar la tasa mensual en lugar de la cifra acumulada en 12 meses no esconde el problema: las tasas de la Argentina están por arriba del 40 por ciento anual. El resultado es un derrumbe de la actividad económica, con crédito caro para las industrias y para el consumo. La inversión productiva no puede competir a estos niveles con la inversión financiera.
El Palacio de Hacienda detalló que “la licitación de Letras en Pesos se realizará mediante indicación de precio, en la cual habrá un tramo competitivo y un tramo no competitivo. A los fines de participar en el tramo competitivo, deberá indicarse el precio de suscripción expresado por cada 1000 pesos de valor nominal y con dos decimales, mientras que para el tramo no competitivo, se deberá consignar únicamente el monto a suscribir”. Se aclaró que los inversores podrán suscribir estas letras tanto en pesos como en dólares pero las cobrarán en moneda local al vencimiento.
Entre los inversores del mercado lanzaron fuertes críticas contra las letras de Hacienda. Aseguran que para los inversores privados prácticamente no quedan opciones en pesos a corto plazo. Esto se debe a que las Leliq, letras de corto plazo que reemplazan a las Lebac, sólo son autorizadas para operaciones de los bancos. Los inversores no bancarios ante este contexto tienen mayores incentivos a dolarizar sus carteras, al no tener nuevos mecanismos para apostar por la bicicleta financiera en el corto plazo (30 días). El resultado de la licitación de las Lebac de ayer, con unos 300 mil millones de pesos que no se renovaron de los vencimientos, implicó bajar el stock de deuda del Central en estas letras a casi dos tercios del total. El objetivo de la autoridad monetaria es que para fin de año ya casi no haya Lebac en circulación en la plaza cambiaria. Caputo aseguró que se trata de una medida acordada con el Fondo Monetario Internacional.