Nuevos problemas para Flybondi. La aerolínea low cost sufrió problemas en uno de sus aviones durante un vuelo entre Iguazú y Mendoza que lo obligó a aterrizar en Córdoba. Pero el descenso estuvo lejos de ser placentero para los pasajeros, ya que, debido a las averías, la aeronave pudo aterrizar recién en el tercer intento por tocar tierra. El vuelo low cost registró casi nueve horas de demora. Se suma al accidente que había sufrido el mes pasado otra unidad de la empresa, cuando el avión tuvo que abortar el despegue después de que parte del fuselaje trasero y la cola impactaran contra la pista en el aeropuerto de Iguazú. Tras este episodio dos fiscales federales avalaron sendos amparos para evitar que haya un accidente más grave, aunque Claudio Bonadio se excusó y .
Esta vez fue el turno del vuelo FO5451. Estaba anunciado para despegar desde Puerto Iguazú hacia Mendoza a las 9.35 del domingo. Sin embargo el avión solo estuvo operativo recién a las 17.30. Según informaron desde un gremio aeronáutico, fallas mecánicas afectaron al avión de Flybondi registrado con la matrícula LV-HKS que fuera bautizado por el CEO de Flybondi, el británico Julian Cook, con el nombre de su perro “Nelson”.
Tras el despegue de Iguazú, el avión presentó fallas mecánicas. Ante ello se inició el descenso al aeropuerto Pajas Blancas de Córdoba, tras declarar las fallas a la torre de control. Una de las fallas que tuvo “Nelson” afectó a los flaps del Boeing 737, lo que generó serias dificultades a la hora de aterrizar en la pista del aeropuerto de la capital cordobesa. Estas dificultades hicieron que el avión solo haya podido aterrizar en el tercer intento, luego de haber reducido parte del peso por consumo de combustible.
Antes de la partida, la web de Aeropuertos Argentinos 2000 informaba que el destino del vuelo era Mendoza sin escalas, pero luego del aterrizaje en Córdoba en la misma página apareció como cancelado el tramo solo en el trayecto Córdoba-Mendoza. Lo cierto es que el vuelo nunca llegó al destino final en la ciudad de Mendoza.
