El inmenso cartel de publicidad construido al costado de la Panamericana, pese a las irregularidades relevadas por PáginaI12, no soportó la tormenta del lunes y parte de su estructura se derrumbó sobre la autopista y las casas vecinas. Ayer, un caño de varios metros y un transformador eléctrico de 4 kilos cayó sobre el techo de una casa mientras que en pleno temporal, varias chapas volaron hacia la colectora. La torre metálica, edificada en un operativo relámpago el pasado 3 de diciembre, había sido aprobada por medio de una “excepción” del Concejo Deliberante de Vicente López pese al rechazo de los vecinos. “Podría haber sido una tragedia. El caño con luminaria cayó en las tejas, pero un par de metros más y se desmoronaba sobre mi cabeza”, explicó Juan Carlos Verde, uno de los damnificados por el desplome del cartel de publicidad.
Hace 37 días, PáginaI12 visitó a los vecinos de Villa Martelli, en el partido de Vicente López, para que dieran testimonio de la irregular edificación de una columna de 30 metros de altura al costado de la Panamericana. Allí, Maryilin Seveso –residente de la cuadra– advirtió: “En esta calle (Esteban Echeverría al 600), hay una plaza, un jardín de infantes, un centro de jubilados y varias viviendas. Si parte del cartel se cae, temo por el número de víctimas”. La tormenta del lunes pasado cumplió lo que tanto se temía: tres chapas que componían la estructura publicitaria se desprendieron y cayeron en la colectora de la autopista, mientras que otros cuadrantes metálicos quedaron en suspenso, a punto de desplomarse. La poca circulación de autos y peatones, a causa de la intensa lluvia, explican el derrumbe sin ningún herido.
“Estaba en mi balcón cuando vi cómo las chapas volaban por el aire. De la desesperación, llamé a los Bomberos, a Defensa Civil, a todos. Sólo apareció la Policía y argumentó que ellos no podían hacer nada”, comentó Fiorina Longhi, vecina cuyo departamento se encuentra enfrente del cartel que promocionaba la obra “Séptimo día” del Cirque du Soleil.
Para los habitantes de aquella zona de Villa Martelli la calma no llegó con el fin de la tormenta. Ayer por la mañana, a plena luz del día, el derrumbe continuó con la caída de un caño iluminador del propio cartel en el techo de la casa de Juan Carlos Verde, vecino lindero a la inmensa columna publicitaria. “Es una situación caótica. El fierro impactó contra algunas tejas de la casa pero tranquilamente se podía haber derrumbado todo el techo. Por una cuestión de centímetros no sucedió una tragedia con mis padres”, anunció Claudia Verde. A su vez, aseguró que “cuando se volvió a desplomar, además de la policía apareció el dueño del cartel (de la firma Look Media S.A.) tratando de arreglar todo a las apuradas con mi papá”.
La familia Verde intentó radicar la denuncia por la destrucción del techo en la comisaría 2a de Vicente López, pero los agentes desestimaron el requerimiento. “Lo más gracioso de todo es que mientras nos debatíamos qué hacer o con quién hablar, personal de la empresa llegó al lugar, juntó todo el material caído, se subió a la torre y colocó las chapas de metal que faltaban. Todo como si no hubiese pasado nada”, explicó Claudia Verde.
Desde que apareció como proyecto de construcción en el Concejo de Vicente López, la edificación de esta torre de publicidad estuvo envuelta de varias irregularidades. En primer lugar, en el permiso presentado por la empresa Look Media y en la ordenanza, la colocación de la estructura “se estipula en Padre Edmundo Vanini 602”. Sin embargo, el cartel se levantó –hace menos de un mes– en una calle paralela, Esteban Echeverría al 600. A su vez, sin la firma de los residentes linderos –condición obligatoria del Código de Planeamiento– la empresa consiguió un permiso “de excepción” con la firma de Jorge Macri, que descartaba la consulta a los vecinos. Tiempo atrás, el mismo intendente de Vicente López explicaba en un spot de campaña que “se acabará con los ‘pedidos especiales’ de distintas empresas para la urbanización. Las excepciones son sinónimo de corrupción y de injusticia”.
Informe: Jeremías Batagelj.