La Justicia de Río Grande, en Tierra del Fuego, ordenó allanar los hogares de militantes feministas acusadas de “apología al aborto” en busca de pinturas, cámaras, pañuelos o cualquier otro elemento relacionado con el aborto legal. “Fue intimidatorio. Se llevaron mi computadora, mi celular y hasta un libro”, contó una de las integrantes de la Colectiva Feminista de Río Grande, la agrupación a la que pertenecen las militantes allanadas.
“Entraron mi casa efectivos de la Policía Científica me leyeron la orden y empezaron a revisar todo. Me hicieron pasar al baño con una policía mujer para revisarme, me sacaron las zapatillas, también a mis padres, y se llevaron mi computadora, el celular y los pañuelos verdes. También se quisieron llevar el libro que explica cómo hacer una aborto con pastillas”, relató Gala, una de las integrantes de la Colectiva que sufrió el allanamiento ayer por la tarde.
Según la orden de allanamiento, los efectivos debían registrar el hogar de Gala en busca de elementos que tuvieran que ver con la lucha por el derecho al aborto legal. “Revolvieron la casa, la habitación de mis padres y de mi hermano. Se llevaron ropa de mi hermano de 10 años manchada con pintura, es un niño, cómo no va a tener la ropa manchada con pintura”, contó también la joven que prefirió no dar su apellido por la persecución que viven en Río Grande.
La causa fue iniciada por Andrés Rubén Díaz, el hombre que presentó una denuncia por daños por unas pintadas y grafitis realizados en las paredes de una iglesia. En ese marco se efectuaron los allanamientos, bajo la causa número 32.339. Los operativos se realizaron en dos domicilios particulares y en la sede de una institución llamada PAR de la que también participan algunos integrantes de la Colectiva Feminista.
“Buscaban cualquier cosa que fuera apología al aborto, como si fuera un delito. Me acusan de pintar paredes de una iglesia cosa que no hice”, se defendió Gala, en una entrevista en FutuRock. La abogada de la agrupación estuvo presente en los allanamientos, a los que calificó como parte de un plan para “perseguir y amedrentar” a las militantes feministas de dicha localidad.
“Hay un exceso de persecución penal que tiene como fin perseguir y amedrentar a la Colectiva Feminista. En tres días movieron todo el engranaje judicial y policial. Vinieron policías de delitos complejos, cayeron en autos particulares y policiales con sirenas. Un operativo totalmente desproporcionado”, le dijo a Página/12 Alejandra Arce, abogada de la agrupación.
La persecución hacia las militantes de la Colectiva, y particularmente contra Gala, había empezado semanas atrás, en los días previos a la votación en el Senado. “Un policía compartió mi foto en su cuenta de Facebook diciendo ‘esta es una de las que pintó las paredes ya saben lo que tienen que hacer’”, recordó también la joven, que junto con su abogada analiza ahora hacer una denuncia por daños y perjuicios.