Justo a una semana de que el Senado argentino rechazara la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, y de que ya este martes se diera a conocer la primera víctima luego del revés, la banda Hija de Tigre protagonizará junto a Chita y Weste una de las fechas femeninas de esta temporada del ciclo Sesiones. “Lo vivimos como la mayoría de nuestras amigas y compañeras”, reflexiona Luz María Congiusti, tecladista, trompetista y vocalista de la agrupación, acerca de la negativa de 38 senadores. “A pesar del bajón que significó para nosotras, esto recién empieza. La lucha continuará.”
Al mismo tiempo, la música asegura que el haberse sumado a recitales o festivales basados en grupos conformados por chicas ayudó al sexteto a ensanchar su agenda de recitales. No obstante, aclara: “Está bueno diferenciar la música hecha por mujeres de la música feminista. Una cosa no quita la otra. La decisión de que aún sostengamos seguir siendo una banda compuesta por mujeres tiene que ver un poco con un empoderamiento, pero no quiere decir que nuestra propuesta aluda al feminismo. De hecho, abordamos las canciones desde varias aristas. Debido a que venimos de otros campos del arte, nos gusta pensar la música como imagen, sonido y muchas otras cosas”.
Creada en 2011, aunque su actual formación se consolidó en 2014, Hija de Tigre comenzó a hacerse un lugar en la escena independiente recién en los dos últimos años. “Eso se debe a la confianza que tenemos hoy en nuestra música, y a la solvencia que nos dio salir a tocar por todos lados”, explica Congiusti. “Hay un laburo que está más sólido entre nosotras como amigas, artistas y productoras, porque somos independientes. Y también el crecimiento de la música hecha por chicas nos ayudó un montón.”
A causa de su impronta sonora, que toma de la música popular, las comparaciones con otros proyectos integrados por mujeres, entre los que despuntan Las Taradas o Kumbia Queers, están a la orden del día. “Lejos de molestarnos, está buena esa referencia. Es una batalla ganada. Lo nuestro salió de ser amigas, de juntarnos a tocar, de darnos cuenta de que queríamos hacerlo y de empezar a grabar. Así se fue armando la bola. Tenemos muy en claro que hay un poder energético, desde lo compositivo y musical, que nos gusta conservar.”
A dos años de la aparición de su EP homónimo, la banda colgó hace unas semanas en Spotify el single Inmortales, donde el neofolk fundacional del sexteto evolucionó hacia un sonido más pop. “Estamos virando hacia algo más eléctrico. Hija de Tigre hace lo que entiende de cada género”, justifica Congiusti, cuya agrupación tiene en El oeste otra de sus flamantes canciones. “Estamos intentando encontrar otra sonoridad, aunque medio sin pensarlo. Tras escuchar recientemente esos dos temas, me di cuenta de eso. Si bien denominar lo que uno hace es difícil, también lo encuentro necesario.”
A pesar de que la agrupación se mantendrá definiendo y diseñando su nuevo repertorio, todavía es incierto su futuro. “Los instrumentos acústicos se están mezclando con los eléctricos”, describe la artista antes de su participación en Sesiones, ciclo que al día siguiente tendrá una edición especial con Tobogán Andaluz y Los Besos. “Bien sea de a uno o en formato de disco, seguiremos sacando temas.”
* Jueves 16 desde las 21 en el ciclo Sesiones, en Caras y Caretas 2037, Sarmiento 2037, junto a Chita y Weste.