Puede haber hasta 30.000 combatientes del Estado Islámico (EI) activos en Irak y Siria, según un nuevo informe de la ONU, a pesar de que el califato fue desmantelado el año pasado. La investigación de la ONU encontró que entre 20.000 y 30.000 militantes, alrededor de cinco veces más de lo que se pensaba, permanecen en territorio mayormente desértico en la frontera entre los dos países.
Si bien muchos de los principales comandantes y estrategas del EI han sido asesinados, la cifra incluye miembros totalmente entrenados militarmente y “un componente significativo de muchos miles de combatientes terroristas extranjeros activos”. También dijo que el grupo todavía tiene “cientos de millones” de dólares en fondos.
El informe, compilado por un panel de expertos designados por la ONU, contradice la información previa de inteligencia de Estados Unidos de que solo 6.000 militantes del EI siguen operando en los dos países. Se produce después de que el Pentágono le dijo al Congreso de Estados Unidos la semana pasada que había revisado las estimaciones de hasta unos 14.000 combatientes en Siria y 17.000 en Irak.
Los autores del informe advierten que el grupo, que el gobierno iraquí, así como Siria y sus aliados rusos, declararon derrotado a fines de 2017, sobrevivirá como una versión “reducida y encubierta” de su anterior presencia territorial. Los combatientes del EI sorprendieron al mundo cuando en 2014 atravesaron la frontera siria hacia Irak y se apoderaron de la segunda ciudad más grande de Irak, Mosul, declarando un califato islámico fronterizo. En el apogeo de sus poderes, el EI controlaba grandes franjas de los dos países y hasta 10 millones de personas vivían bajo su régimen brutal.
Alrededor de 40.000 combatientes extranjeros, entre ellos prominentes reclutadores británicos y cuatro verdugos conocidos como “Los Beatles”, viajaron a Siria para unirse al proyecto.
Las células en Siria e Irak continúan lanzando ataques devastadores contra las fuerzas de seguridad y civiles. A principios de este mes, más de 200 personas murieron y 30 mujeres y niños fueron tomados prisioneros después de un ataque enorme y altamente coordinado contra la ciudad drusa y las aldeas vecinas de Sweida, en el suroeste de Siria. Tanto el EI como Al Qaida siguen siendo una amenaza mundial, según el informe, ya que “los factores subyacentes del terrorismo están presentes y tal vez sean más agudos que nunca”.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: C. D.