El año pasado la producción de acero ascendió a 4.126.500 toneladas, una caída interanual del 17,9 por ciento. Afectada por el pobre dinamismo de la construcción, la parálisis en la obra pública y el estancamiento en la actividad automotriz, la producción de los insumos industriales que producen empresas como Acindar, AcerBrag, Gerdau, Aceros Zapala y las empresas del Grupo Techint se desplomó. Donde sí se registró un comportamiento positivo fue en el sector de maquinaria agrícola. Sin embargo, el impulso de esa actividad no alcanzó a compensar la merma en los niveles de producción.  

La Cámara Argentina del Acero apuesta que “el sector de la construcción comience a recuperar de manera vigorosa de mano de la obra pública, marcando de esta manera una tendencia para el resto de los sectores vinculados”. A lo largo del año pasado se registró una inédita contracción de la inversión pública que no solo afectó la demanda de acero sino que impactó con intensidad sobre el empleo y el resto de los insumos difundidos. 

La producción de hierro primario durante 2016 mostró una caída de 26 por ciento interanual y la elaboración de laminados terminados en caliente resultó 15,7 por ciento inferior a la del año anterior. Por su parte, los planos laminados en frío acumularon en los doce meses que pasaron un retroceso de 3,9 por ciento contra 2015. Desde la cámara volvieron a remarcar la amenaza que representa la sobrecapacidad de producción que existe en China.