El ex ministro de Salud Ginés González García rescató que tanto la desaprobación del proyecto de legalización de la interrupción de un embarazo como el caso de la mujer que murió por complicaciones derivadas de un aborto clandestino harán que el tema se instale en la sociedad “ya no como una cuestión de cantidad de víctimas sino de tragedias con nombre, apellido y consecuencias”. Además, anticipó que la cuestión “será uno de los ejes” de la próxima campaña electoral”, con lo cual, advirtió, “cada candidato va a tener que dar una definición” al respecto.
El ex funcionario deslizó, además, que los senadores que rechazaron el proyecto tuvieron algún grado de responsabilidad en el caso. “Tenían decidido que no hubiera ley, que siguiera todo igual, que siguiera la muerte, y hoy tuvimos una evidencia de ello”, dijo durante una entrevista en “Lo peor ya pasó”, por AM 530 Somos Radio.
“Antes hablábamos de números, pero ahora vamos a empezar a hablar de la tragedia individual que significa el aborto”, reflexionó González García en referencia al caso de Elizabeth, la mujer de 34 años y madre de un hijo de 2 que falleció en un hospital de General Pacheco. “Ninguna (mujer que muera) va a dar en el anonimato, todas van a tener singularidad, nombre, apellido y consecuencias”, señaló.
“La próxima campaña electoral va a tener el debate del aborto como eje”, con lo cual cada candidato deberá “dar una definición”, advirtió.
“Yo no sé cómo alguien puede sentirse ‘aliviado’ con estas circunstancias”, a las que calificó de “muertes innecesarias y evitables”, añadió el ex funcionario en referencia a la gobernadora María Eugenia Vidal, quien había dicho sentirse “aliviada” por el rechazo al proyecto de legalización del aborto. En este sentido, el ex funcionario interpretó que la no sanción de esa iniciativa “fue un combate que perdimos” frente a un grupo de senadores “que ya tenía decidido que no hubiera ley”. “Todas las correcciones que hicieron durante el debate (como la reducción de 14 a 12 semanas para el período permitido para la práctica o la objeción de conciencia institucional) se hicieron e igualmente dijeron que ‘no’. Es decir que no querían un cambio”.