Cristofer “Bocha” Regio, de 26 años, fue asesinado por ocho efectivos de la Prefectura Naval Argentina el domingo en el barrio porteño de Parque Patricios. El joven no se detuvo en un control de tránsito por temor a que le secuestraran la camioneta de la que no tenía los papeles. La respuesta de los agentes fue a los tiros. Los responsables fueron detenidos luego de que se confirmara que habían efectuado al menos tres disparos e intentaron encubrir el caso de gatillo fácil al llevarse las vainas.
“Es un caso de gatillo fácil, Prefectura lo mató a sangre fría”, denunció Jorge Regio, el padre de Cristofer. Contó que el domingo a la madrugada su hijo se había ofrecido a llevar a un amigo a su casa. “El había comprado una camioneta hacía diez días. Se la había comprado a un amigo. Cuando se iba de la casa de Martín, parece que lo pararon en un control de la Prefectura. El se dio cuenta de que se había olvidado los papeles de la camioneta en lo del chico que se la vendió, se ve que se asustó y no se detuvo en ese control. Ahí, sin mediar más palabras, estos tipos empezaron a disparar y me lo mataron.”
Los prefectos involucrados en el caso son Díaz Guevara, Jaqueline Acosta, Javier Fernández, Pablo Brítez, Cristian López, Lucila Carrizo, Rubén Viana y Mariano Paredes. Regio sólo llegó a hacer diez metros, cuando los agentes empezaron la balacera en la esquina de Ancaste y Monteagudo. Los agentes efectuaron dos disparos que impactaron en el lateral derecho y en la parte trasera de la Peugeot Partner que conducía el joven. Por los disparos, el vehículo chocó contra otro auto.
De acuerdo con las imágenes de un video que llegó a manos del fiscal a cargo de la causa, Daniel Pablovsky, los prefectos constataron el estado de Regio, recogieron las vainas de los disparos y se fugaron. Más tarde, personal de Policía de la Ciudad de la comisaría 43 encontró la camioneta y vio los impactos de arma de fuego. Trasladaron a Regio al Hospital Penna, donde murió. “Lo mataron como un perro, le pegaron dos balazos, uno le entró por la garganta y otro por el pecho”, relató su padre.
La División Homicidios de la policía porteña también realizó allanamientos en puestos de la Prefectura ubicados en Barracas, Bajo Flores y Villa Soldati y en un establecimiento dentro de la Villa 20, donde solía reunirse personal de esa fuerza de seguridad.
El Ministerio de Seguridad emitió un comunicado en el que informó la decisión de apartar a los ocho involucrados en el crimen. “El director de Violencia Institucional, Daniel Barberis, junto a la conducción de la Prefectura Naval Argentina, encabezada por el Prefecto General Eduardo Scarzello, informa que se ha tomado la determinación de retirar del servicio a los ocho prefectos que están detenidos e incomunicados por la Justicia, y se ha comenzado el proceso de exoneración de la fuerza, que es la más alta sanción aplicable”, dice el documento.
Por su parte, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, ratificó la sanción en su cuenta de Twitter. “Estamos junto a la justicia para conocer toda la verdad. Firmes cuando quebrantan la ley y la confianza de la sociedad”, agregó la funcionaria, que hizo todo lo contrario en el caso de Rafael Nahuel, el joven mapuche también asesinado en un operativo de Prefectura en el sur: en ese hecho, defendió, y lo sigue haciendo, a los agentes.
La doctrina de seguridad implementada por el gobierno de Mauricio Macri ya se tradujo en otras muertes por los excesos de las fuerzas de seguridad. Poco después de que tanto el Presidente como la ministra Bullrich instalaran la férrea defensa al accionar policial, un adolescente fue asesinado por la espalda por un policía del Grupo Halcón, dos policías tucumanos asesinaron de un tiro por la espalda a Facundo Ferreira, de 11 años, gendarmes persiguieron en Lomas de Zamora a un joven de 19 que tampoco se detuvo en un control y en Wilde dos hombres que iban en auto a jugar un partido de fútbol fueron perseguidos por un patrullero que los confundió con ladrones.
El martes, Bullrich ratificó el apoyo oficial al policía Luis Chocobar, procesado por haber matado de dos tiros por la espalda a un hombre que huía luego de haber robado y apuñalado a un turista. “Vinimos a ratificar nuestro compromiso, a decirle que no está solo”, definió la funcionaria al defender la doctrina.