Las presiones cambiarias se potenciaron esta semana por la licitación de las Lebac y los 325 mil millones de pesos que no se renovaron. El dólar volvió a subir ayer hasta 30,71 pesos, con un incremento de 29 centavos. El Banco Central rifó 781 millones de dólares de las reservas para evitar un aumento mayor. Los bancos privados iniciaron la mañana vendiendo la divisa por arriba de 31 pesos. Las intervenciones de la autoridad monetaria dejaron más dudas que certezas en el mercado. Hubo tres subastas de divisas por el Banco Central a lo largo del día y el precio al que se ofrecieron estos dólares no fue consistente. Las reservas anotaron una caída de 1617 millones de dólares y cerraron en 54.641 millones.
El mundo registró un aumento de la volatilidad, a diferencia del martes, y no colaboró para contener las tensiones con el tipo de cambio. El dólar volvió a encender luces de alarma en el equipo económico y forzó una venta masiva de divisas de las reservas. La jornada hizo recordar las ventas de mayo, cuando el Central intentó contener la corrida con una falta de pericia notable. En los últimos 30 días la autoridad monetaria cambió 5 veces la estrategia de intervención en el mercado cambiario. Para algunos operadores de la city resulta entre vergonzoso y confuso contarlo en sus conferencias semanales con los clientes, inversores y empresas del exterior.
El Central primero dijo que vendería en las subastas 100 millones de dólares por día hasta octubre. Luego bajó el monto a 75 millones y después a 50 millones. El lunes pasado dijo que no subastaría más dólares en forma diaria. Pero entre el martes y ayer ofreció al mercado un pico de 981 millones de dólares. El martes subastó 200 millones de dólares con única oferta al mediodía, mientras que ayer se realizaron tres subastas por 303, 248 y 230 millones de dólares cada una. La falta de precisión para explicar las estrategias de política cambiaria y monetaria preocupa cada vez más a los inversores. Pocos entienden como el Fondo Monetario Internacional, que tiene a sus técnicos en el país, acepta sin reproches estas fallas de coordinación.
La pérdida de divisas de la economía es uno de los principales problemas del segundo semestre. Las reservas internacionales bajaron 8635 millones de dólares desde el 22 de junio, cuando el FMI le dio al país el primer tramo por 15.000 millones de dólares del préstamo stand by. El Central no consiguió recuperar la confianza del mercado, pese a la entrada de esas divisas, y no pudo acumular en ninguna de las semanas siguientes nuevas reservas. Las caídas fueron permanentes. Esta semana se aceleró el ritmo de la pérdida, al acumularse en tres días un retroceso de 2236 millones de dólares. En 15 días de agosto, en tanto, la caída sumó 3354 millones. Las cuentas que empiezan a hacer los consultores son alarmantes. Mencionan que, descontando el encaje de los depósitos en moneda extranjera y otras deudas de corto plazo, el ritmo de pérdidas actual dejaría al Central sin reservas en menos de siete meses.
La autoridad monetaria a cargo de Luis Caputo hizo ayer una maniobra poco clara con las subastas. La primera oferta fue por 800 millones de dólares, pero sólo adjudicó 303 millones, a un precio promedio de 30,03 pesos. En la segunda subasta, en la que se adjudicaron 248 millones, el precio promedio de venta fue de 29,81 pesos. Esto llamó la atención de algunos analistas de la city. Pese a las presiones, y el refuerzo de la venta de divisas para evitar mayores presiones con la cotización, el precio al que se vendieron los dólares en la segunda subasta fue menor respecto de la primera. Otra de las quejas de los operadores fue que no fue transparente el mecanismo: el anuncio de las subastas se hizo muy rápido y en unos pocos minutos se cerraron las ofertas.
Las presiones con el dólar no fueron las únicas importantes en la city. Para el Central se inició otra disputa con los bancos. El organismo fracasó anteayer con la licitación de Notas (Nobac), al tener que dejar desierta la emisión porque la banca decidió pasar sus activos de Lebac a las Leliq de corto plazo (vencimiento semanal), en lugar de colocar sus recursos en estas notas a un año de plazo. La autoridad monetaria le habría advertido ayer a los bancos que si no empiezan a comprar Nobac avanzará con una nueva suba de encajes sobre los depósitos en pesos. Es otra forma de bajar el monto de pesos que la banca tiene colocada en títulos de corto plazo y con tasas por encima del 45 por ciento anualizadas.
La apuesta del equipo económico de estimular instrumentos en pesos a mayor plazo que las Lebac, es decir sustitutos para estas letras mensuales que dejarán de existir a fin de año, no fue exitosa por el momento. El Ministerio de Hacienda informó ayer que la emisión de Letras capitalizables en pesos, la cual se dirigió a los inversores no bancarios que esta semana no renovaron sus Lebac, registró una colocación de 23 mil millones de pesos. La cifra estuvo muy por debajo de las estimaciones oficiales, considerando que la cantidad de pesos de inversores no bancarios que no renovaron Lebac fue superior a los 135 mil millones de pesos. Estos pesos podrían seguir presionando el tipo de cambio en lo que queda de la semana. Las presiones se acumulan sin que el Gobierno acierte con sus estrategias e instrumentos para frenar la corrida contra el peso.