La justicia ordenó la liberación del adolescente sospechado de ser el autor material del homicidio de Brian Aguinaco de 14 años, en Flores. Ayer por la tarde, horas antes de la marcha convocada por familiares de la víctima, policías de la Ciudad trasladaron al joven, también llamado Brian, al aeropuerto de Ezeiza, desde donde viajó a Perú. Allí quedará bajo la tutela de sus abuelos, que residen en ese país.
La decisión de la liberación del adolescente investigado la tomó el juez de Menores Enrique Gustavo Velázquez, ya que la ley establece que un menor no puede superar los 10 días detenido. El joven fue autorizado a volar con un abogado y su padre a Perú, de donde es oriunda su familia, aunque su madre residía en Argentina y su papá estuvo en el país y luego se mudó a Chile, de donde fue expulsado.
Alrededor de las 16, personal de la Policía de la Ciudad trasladó al adolescente desde el Instituto General San Martín, en Parque Chacabuco, hasta el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, donde abordó un avión que a las 20.50 partió rumbo a Perú.
El abogado de la familia Aguinaco, Guillermo Endi, explicó a la prensa que el juez les dijo que “después de tomarle declaración tenía diez días para resolver el sobreseimiento” del sospechoso ya que es una persona “no punible”. “El sobreseimiento lo impone la ley. Al juez no le quedaba otra opción”, sostuvo Endi.
En simultáneo con la partida del joven a Perú, en el barrio de Flores, los vecinos y la familia Aguinaco realizaron una marcha para pedir justicia, desde el cruce de las calles Carlos Ortiz y Santander, la plaza donde la víctima jugaba a la pelota, hasta la avenida Rivadavia y Carabobo.
“Teníamos una esperanza pero sabíamos que podía pasar”, dijo Eliana Passada, la madre de Brian, en relación a la liberación al comenzar la marcha en Flores. El juez “hizo todo lo que pudo pero así es la Ley, lamentablemente”, dijo la mujer vestida con una remera blanca con la imagen de su hijo y el lema “Todos somos Brian”.
El adolescente acusado del crimen había viajado a Chile el 26 de diciembre, dos días después del homicidio. Pero luego de las tareas de inteligencia que realizó la División Homicidios de la Policía Federal Argentina (PFA) y los investigadores judiciales de la Fiscalía Nacional en lo Criminal de Instrucción 35, a cargo de Ignacio Mahiques, que apuntaron contra el joven, se emitió un pedido de captura internacional y nacional.
Personal de Interpol Chile lo localizó en la ciudad de Santiago junto a su padre –de nacionalidad peruana y con antecedentes penales– y lo detuvo el 30 de diciembre. Luego, la justicia chilena expulsó a ambos del país y los trasladó a la Argentina en un operativo coordinado con la Policía Federal y la policía de Mendoza, a cargo del paso fronterizo de Uspallata en el que fueron entregados. El padre no fue demorado ni detenido.
Tras la detención, Brian fue alojado durante diez días en el Instituto de Menores San Martín, desde donde, ayer, fue trasladado por personal policial al aeropuerto internacional de Ezeiza.
Un día antes, el lunes, el padre de Brian Aguinaco, había convocado a una marcha para el día siguiente para reclamar que Brian no fuera liberado. A través de su abogado, pidió a la Justicia que se mantuviera la medida de seguridad para el adolescente que es inimputable por el crimen. El letrado presentó un nuevo requerimiento judicial tendiente a evitar que el acusado pudiera quedar en libertad. En esa ocasión, Endi sostuvo que el sospechoso “está totalmente desamparado por sus padres”, por lo que consideró que “no hay otra salida” que mantener la medida de seguridad.
“El padre tiene causas penales en Chile y fue expulsado y la madre está con una prisión domiciliaria, por lo que la Justicia se tiene que hacer cargo del proceso de reinserción y resociabilización del menor en un instituto”, sostuvo el abogado de la familia Aguinaco. En tanto, Fernando Aguinaco, padre de Brian, había pedido que “no lo dejen en libertad, que lo dejen en custodia, en un instituto pero que cumpla con lo que tenga que cumplir”.
El sábado 24 de diciembre, alrededor de las tres de la tarde, el adolescente de 14 años fue baleado en la cara, en la esquina de Rivera Indarte y Asamblea, en el Bajo Flores, cuando dos mujeres fueron sorprendidas por dos ladrones en moto. Uno de los ladrones se bajó armado y las amenazó para que le entregaran sus carteras. En medio del forcejeo, apareció el auto manejado por Enrique Aguinaco, acompañado por su nieto Brian. No está claro si el hombre intentó encerrar a los delincuentes o simplemente pasaba por allí, pero en ese instante Brian recibió un balazo, tras lo cual agonizó durante dos días hasta que murió el martes 27 por la tarde.