Cada mañana, una larga fila de camiones y remolques vacíos con matricula de Gaza hacen fila a las afueras de las puertas del cruce de Kerem Shalom, en la frontera entre el sureste de la franja e Israel, esperando la apertura del único paso comercial, que permaneció cerrado durante 35 días.
El miércoles, tras varios días casi sin violencia y después de que se alcanzase la semana pasada un acuerdo de “calma por calma”, el ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, ordenó reabrir el cruce, arteria vital para un enclave bajo bloqueo desde hace once años y única puerta legal para el acceso de mercancías.
En la mañana de ayer, los residentes de la carretera de Salah al Dein, que une Kerem Shalom con Gaza capital, salían de sus casas a contemplar sonrientes el reguero de camiones que aliviarán la economía de la Franja y devolverán productos a las estanterías. “En los últimos días, la carretera principal estaba casi sin tráfico comercial. Hoy, cuando vi montones de camiones pasando al lado de nuestra casa me puse feliz y sentí como si la guerra hubiese terminado y la vida volviera a la calma”, dijo esperanzado, Mohamed al Bayuk, residente de 36 años de Jan Yunis.
Desde primera hora, se podía ver a los comerciantes y vendedores colocando en las estanterías y escaparates productos que habían empezado a escasear. El miércoles entraron en el enclave unos 720 camiones repletos de ropa, zapatos, materias primas para construcción, madera, combustible para coches y generadores, gas de cocina, juguetes y chocolates y dulces para la festividad musulmana de Eid al Adha (que se celebra la próxima semana), y la entrada de bienes continuó ayer desde a la mañana temprano.
“Aunque el movimiento comercial en Gaza es muy débil, esperamos que se desarrolle y mejore en los próximos días”, dijo Sami al Ejla, economista palestino en la franja, que añadió que esta “sufre de liquidez financiera que permita dar un impulso y hacer florecer el movimiento comercial. Esto necesitará tiempo”. La apertura del cruce comercial “no reflotará la economía de inmediato, porque aún hay tasas muy altas de pobreza y desempleo, y no bajarán en 24 horas”, advirtió Ejla.
Raed Fatouh, funcionario palestino encargado de la gestión del cargamento en Kerem Shalom, dijo que además de la reapertura del cruce, Israel ha permitido la entrada de bienes de doble uso que permanecían prohibidos desde el pasado septiembre, aunque no detalló cuáles y aseguró que desde el miércoles han atravesado la frontera gas para cocinas, trigo, harina y materiales plásticos. Otros comerciantes se conformaron con mercaderías menos esenciales. “Las tiendas estaban casi vacías y tenía miedo de no tener dulces para Eid (a partir del martes). Hace dos semanas pedí un cargamento de dulces de Turquía, sin esperanza de que llegase, hasta que se anunció la apertura ayer,” explica Ahmad Al Hellou, de 35 años y dueño de una tienda de dulces en Gaza capital.
No pocos salieron ayer a aprovecharse del reabastecimiento de las tiendas, como Sanaa Hamdouna, madre de 45 años del barrio de Remal, que fue con sus dos hijas a comprar ropa en las tiendas de la conocida calle Omer al Mujtar para cumplir con la tradición de estrenar atuendo en Eid al Adha. “Estaba preocupada de no poder comprar ropa nueva para mis hijos”, dijo esta mujer, que asegura que en las últimas dos semanas ha estado visitando tiendas “sin encontrar nada que les sirviese”. “Ahora hay suficiente, así que ya podemos comprar”, manifestó aliviada.
Ali al Hayek, presidente de la Asociación de Empresarios de Gaza, asegura que 75.000 trabajadores perdieron sus empleos en el último mes por el largo cierre de Kerem Shalom. El presidente del Comité para Desafiar el Bloqueo, Yamal al Judari, declaró que el 95 por ciento de las fábricas en el enclave cerraron o suspendieron su actividad por la escasez de materia prima.
La reapertura del cruce es resultado de conversaciones mediadas por Egipto y el enviado especial de la ONU para Oriente Medio, Nickolay Mladenov, para un acuerdo de alto el fuego más amplio entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás, que gobierna de facto Gaza desde 2007. La Franja, con más de dos millones de habitantes, vive bajo un severo bloqueo desde que los islamistas tomaron allí el poder por la fuerza en 2007.
La ampliación de la zona pesquera para los 4.000 pescadores que faenan en Gaza también aumentó la pesca y devuelto el pescado a las cajas que se amontonan en el puerto.