El principal testigo de la muerte del rugbier Genaro Fortunato, el hombre que se desempeñaba como cuidacoches en el local nocturno en el que fue atropellado por su novia, Julieta Silva, contradijo a la mujer y complicó su situación en el juicio que se inició esta semana en San Rafael, Mendoza. El “trapito” Ariel Aksensen rebatió varias de las afirmaciones que Silva había hecho el lunes ante el tribunal. El joven dijo que la pareja llegó al auto discutiendo, que Fortunato nunca lo abordó y que giró en “u” para atropellarlo, luego de que el joven cayera cuando intentó aferrarse al vehículo en movimiento. Silva se encuentra bajo prisión domiciliaria.
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