Los hechos de violencia policial registrados ayer a la mañana durante el desalojo de manteros en el barrio porteño de Once generaron el repudio unánime de la oposición. “El camino elegido por el gobierno para resolver el problema es preocupante. Los mismos que hablan de diálogo son los que primero hacen un ajuste económico y luego reprimen al sector que más lo sufre, el sector informal. A largo plazo es un cóctel explosivo”, señaló a PáginaI12 el legislador porteño de Nuevo Encuentro (FpV) José Cruz Campagnoli, titular de la comisión de Derechos Humanos de la Legislatura. “La violencia no es el camino”, indicó por su parte el legislador del Socialismo Auténtico Adrián Camps, quien en sintonía con el resto de los legisladores opositores pidió “diálogo” y que el Estado busque soluciones alternativas que contemplen la situación social de los manteros.
“La represión va en sintonía con la degradación del Gobierno a los trabajadores”, denunció por su parte uno de los referentes de la Confederación de Trabajadores de la Economía Informal (CTEP), Gildo Onorato. El dirigente se quejó porque la Ley de Emergencia Social –que apunta a evitar represiones como la de ayer– “está siendo dilatada en su implementación”. “Te sacan el trabajo, te llenan de pobres y te cagan a palos a los pibes”, sostuvo en diálogo con Futurock.
Desde el oficialismo, que avaló la actuación policial, hubo una voz que se destacó entre el resto. “Desalojar a manteros que responden a mafias es recuperar el orden y apoyar al comerciante formal y al vecino”, expresó en twitter la diputada nacional del Pro Cornelia Schmidt Lierman. “Sí al orden, no a las mafias”, remató la diputada.
La oposición, sin embargo, apuntó al doble discurso del PRO respecto de la “formalidad” del trabajo callejero, sacando a relucir el reciente blanqueo de capitales. “Mientras a los grandes empresarios que evaden impuestos se los premia con el blanqueo, a los trabajadores de la economía popular se les quita su fuente de trabajo a palazos”, afirmó a este diario Pablo Ferreyra, legislador porteño de Proyecto Popular (FpV). En la misma sintonía, Marcelo Ramal (FIT) acusó al jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, de “proteger a los mafiosos” y de “arremeter, en cambio, contra el eslabón más débil de la cadena, que es el mantero”.
Ramal apuntó además contra la política de seguridad. “Larreta alude a las mafias de la venta ilegal. Pero los grandes articuladores de ese negocio, los dueños de los talleres clandestinos y sus mayoristas, actúan con la complicidad cotidiana de la Policía y del propio Estado, que han hecho de barrios enteros verdaderas zonas liberadas para que puedan actuar”, dijo.
“La economía popular y autogestionada representa el 35% del trabajo en nuestro país. Esta situación no se resuelve con palos, sino generando condiciones dignas y sustentables de trabajo”, sostuvo por su parte el dirigente de Patria Grande y Ahora Buenos Aires, Itai Hagman.