Rogelio González es el presidente de la Unión de Comerciantes de Villa del Parque y denuncia que desde que comenzaron a construir los túneles en el barrio las ventas “cayeron un 70 por ciento” en los comercios afectados por las obras y “el 30 por ciento directamente tuvo que bajar las persianas”.

–¿Cómo evalúa la construcción de los túneles?

–Tener la puerta del negocio sobre el agujero de un túnel no sólo no es muy divertido, sean locales o viviendas, sino que pierden su valor, además del tiempo de construcción que no tenemos clientes. Y una vez terminada la obra y que el túnel esté abierto, los comercios que queden frente al túnel pierde totalmente el valor. Donde se han hecho túneles en cualquier lugar de la Cuidad de Buenos Aires, tanto los comercios como las propiedades en sí que están sobre la parte del agujero del túnel han perdido su valor y las ventas son mucho menores. Además nos preocupa el tema de la inseguridad. Estamos de acuerdo que en la Cuidad de Buenos Aires no puede haber más barreras, pero lo que estamos pidiendo es que en vez de hacer 14 túneles nos den otro tipo de solución. Lo que proponemos es que hagan el tren en trinchera, que sería lo mejor, o si no por lo menos continúen con el tren elevado que están haciendo de Palermo a Paternal hasta la General  Paz. 

–¿Ustedes hicieron algún tipo de relevamiento de las pérdidas que tuvieron a nivel comercial desde el túnel de Nazca?

–A los comerciantes que todavía están les bajó la venta en un 70 por ciento, pero hay un montón de locales que directamente están cerrados, gente que estaba alquilando, no pudieron ni siquiera pagar el alquiler por más que los dueños de las propiedades les bajaron el precio. Tuvieron que dejar el local vacío. Sobre la zona de Nazca donde se está haciendo el túnel hay más de 15 locales que cerraron.

–¿Cuantos locales había?

–Se cerraron el 30 por ciento de los locales, en donde se está haciendo la obra propiamente dicha. No es que cuando termina la obra esos locales se rehabilitan, capaz alguno lo hace pero con rubros que no tienen necesidad de acceder la gente al local. La gente no camina a la vera de un túnel y si tenía un cliente del otro lado de la vía, antes de cruzar caminando por el túnel, por la rampa peatonal, lo piensa 20 veces. En el último que inauguraron, acá cerca en avenida San Martín, hubo varios hechos delictivos. En el paso peatonal hubo un problema ahí con la última lluvia, donde se desmoronó parte de la pared. Tanto en el paso peatonal como en la superficie del túnel son zonas fáciles para robar.  

–¿Se cometen hechos delictivos hoy en esos locales?

–No específicamente en los locales. Aprovechan que son zonas medias, abandonas, muy poco transitadas, entonces aprovechan para robarle a alguien que anda por ahí. Aunque esté iluminado, está uno solo caminando por un túnel. Pasan los autos, pero si pasa algo nadie ve nada.