Al igual que el justicialismo, Cambiemos dará quorum en la sesión especial del 29 de agosto que definirá el destino de la reforma constitucional. Y si bien el macrismo santafesino no se prestó a una foto homogénea como hizo el peronismo, tres legisladores del PRO y aliados le anticiparon a Rosario/12 que mantienen su postura de no darle aval a la iniciativa del Frente Progresista y reclamaron que el proyecto regrese a comisiones. “El gobernador quiere una definición para ver si puede largar su candidatura”, apuntó Cesira Arcando. “Somos reformistas, pero no en las condiciones que se quiere imponer”, espetó Raúl Fernández. “Una quiere ser reformista, pero esta no es la manera”, se quejó Miriam Cinalli.

A todo o nada va el gobernador Miguel Lifschitz. En poco más de diez días conocerá su futuro. O al menos tendrá un indicio para conocer si podrá mantener sus expectativas de reformar la Carta Magna y, a la vez, continuar como líder de la Casa Gris. Recibió un golpe entresemana con la postura unánime del PJ de dar quorum en la extraordinaria, pero no votar la ley de necesidad de la reforma. Y, a priori, sufrirá otra estocada del macrismo, pese a que se acerca la fecha y arrecian las versiones de un diálogo fluido entre progresistas y amarillos para lograr la media sanción.

Arcando, del partido Fe,  entiende que es “cuanto menos irresponsable” la conducta del gobernador socialista y considera que la movida de la sesión especial “solo es para definir las reelecciones”. Cree la diputada que el tema “prioritario” en Santa Fe no es la chance reformista, sino la seguridad. Y en ese escenario, sostuvo: “Santa Fe no tiene hechos de corrupción como pasa en lo nacional con el kirchnerismo, pero nos matan a tiros a cada rato sobre todo en Rosario. Arcando pidió un “gesto de responsabilidad” y volver al “tratamiento previsto en comisiones”. “Es un grave error político el hecho de querer forzar un tratamiento sobre tablas”, cerró.

En efecto, la reforma cursaba la segunda de cinco comisiones por las cuales los jefes de bancada acordaron que pasara. Superó la primera y se trabó en la segunda, en Educación, de presidencia socialista (Julio Garibaldi), pero mayoría opositora. La decisión frentista de llamar a sesión especial torció dicho rumbo. 

“Hace tres meses dijimos nuestra postura y en principio la vamos a sostener”, dijo Fernández, conocido ladero del comediante y casi gobernador Miguel Del Sel. Para el legislador, “no es el mejor momento” para retocar la Constitución y lamentó que Lifschitz no haya convocado al grueso del bloque Cambiemos para que explique los motivos de la extraordinaria. Cuando se le preguntó si temía que las cúpulas de los partidos entablen algún acuerdo para destrabar el proyecto, respondió: “Yo respondo a un partido y a las necesidades que tiene el partido, si tuviéramos alguna notificación de Buenos Aires nos hubieran comunicado, no hemos tenido ninguna bajada de línea. No tenemos por qué cambiar la postura que tenemos, no corresponde, lo veo muy difícil”.