Diego Seimandi, secretario de Acción Política de ATE Ensenada, fue el guía de PáginaI12 por los rincones del Astillero Río Santiago, donde explicó punto por punto los secretos de uno de los complejos fabriles más importantes de América Latina. Desde las alturas del petrolero Eva Perón se puede ver la potencia de las grúas, la presencia de un barco ruso en reparación, la soledad del puerto de La Plata luego de los despidos de centenares de trabajadores, al punto que apenas mantuvieron su fuente de trabajo dos delegados, que hoy cobran un sueldo mínimo. “Lo que está haciendo el gobierno de Cambiemos no afecta sólo al Río Santiago, es un ataque directo a toda la industria naval nacional, desde que el presidente (Mauricio Macri), en una reunión en Mar del Plata, le dijo al empresario Federico Contessi que al astillero había que dinamitarlo”.
Como resultado, en los últimos tiempos se viene produciendo “una ofensiva mediática encabezada por Jorge Lanata, quien salió en su programa con un informe malintencionado, al que le siguieron otros ataques intensivos”. Recordó que luego de “muchos años de lucha” habían logrado “un consenso unánime para sacar dos leyes muy importantes, una de industria naval y otra de marina mercante, y por una decisión del gobierno nacional fueron vetados los dos artículos más importantes”. Uno de ellos establecía una asignación anual de 1500 millones de pesos, actualizados, como Fondo para el Desarrollo de la Industria Naval Nacional. El otro fijaba obligaciones para mantener beneficios si el régimen de construcción naval perdía vigencia diez años después de la sanción.
Por eso, Seimandi insistió en que “el desprecio no es sólo para el Río Santiago sino que se apunta a toda la industria”. Agregó que “en forma paralela, cuando el presidente pone en vigencia el artículo que habla de arancel cero a la importación de buques nuevos y usados, lo que hace que ningún armador nacional puede afrontar una competencia de ese tipo”. Esa postura a nivel nacional “se ha manifestado también en la política hacia nuestro sector por parte de la gobernadora María Eugenia Vidal”.
Para dar una idea concreta de la desidia con la que se actúa en detrimento de la industria nacional, durante la recorrida Seimandi señaló el lugar donde se encuentra, sin darle el uso para el que fue adquirido por el anterior gobierno nacional, de un centro mecanizado que convierte al astillero “no sólo en el astillero más importante del país sino también en la planta metalmecánica más importante del país”. Precisó que es “un centro mecanizado de última generación traído de Europa, comprado especialmente para hacer torres eólicas”. Seimandi, que desde hace 18 años trabaja en el sector donde se construyen naves militares, señaló que “con esa decisión de no poner en funcionamiento ese centro, se toma la decisión de importar también torres eólicas que se podrían construir acá”.
Además de constuir la estructura del techo del Estadio Unico de La Plata, también en el astillero se hizo el techo del reconstruido Teatro Argentino, compuertas para la represa de Salto Grande y para el dique seco de Puerto Belgrano, las turbinas para Yacyretá, e incluso otros trabajos que fueron exportados a Venezuela. “Para dar una idea del daño que esta política le hizo al país vale señalar que con la compra de buques a Israel le quitó la posibilidad a 1200 personas de tener trabajo durante cuatro años, pero en cambio además de no traer nuevos contratos, han paralizado todas las obras que estaban en marcha”.