El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se reunió ayer con el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, en Jerusalén. El estadounidense llegó a Israel para una breve visita oficial en la que tratará cuestiones como la seguridad regional o la presencia iraní en Siria.
“Obviamente tenemos grandes desafíos para Israel, para Estados Unidos y todo el mundo”, dijo Bolton a Netanyahu, según comunicados publicados por la oficina del jefe de Gobierno israelí. “El programa de armas nucleares y el de misiles balísticos de Irán está primero en la lista”, señaló el funcionario estadounidense durante una cena con Netanyahu.
El jefe de Gobierno recibió al enviado de Washington en su residencia oficial de la Ciudad Santa, en una cena en la que también asistieron el embajador estadounidense en Israel, David Friedman, así como su homólogo israelí en Estados Unidos, Ron Dermer, informó la oficina de prensa gubernamental en un comunicado.
En las primeras declaraciones después del primer encuentro, Netanyahu consideró a Bolton como un gran amigo de Israel y un gran promotor de la alianza estadounidense-israelí, y añadió que recibirle en el país en el momento actual era particularmente importante por las decisiones trascendentales del presidente estadounidense, Donald Trump, de trasladar la embajada de Estados Unidos a Jerusalén y salir del acuerdo con Irán, al que el primer ministro calificó como terrible.
El mandatario agregó que esperaba tratar una gran variedad de temas con el asesor de seguridad nacional estadounidense, con el que hoy se reunirá de nuevo. “El tema más importante es cómo seguir haciendo retroceder la agresión de Irán en la región y evitar que nunca tenga armas nucleares”, subrayó Netanyahu.
Durante la jornada de ayer, Bolton declaró en una entrevista para la televisión australiana ABC News en Jerusalén que el objetivo de Estados Unidos, Israel, e incluso Rusia, era dejar a Irán y a sus milicias fuera de las operaciones ofensivas tanto en Siria como en Irak, e insistió en la necesidad de terminar con el apoyo del país persa a la milicia libanesa Hezbolá.
Israel y Estados Unidos comparten posición respecto a Irán, país sobre el que el presidente estadounidense, Donald Trump, impuso una primera tanda de sanciones el pasado 7 de agosto, tras su salida en mayo del pacto nuclear firmado en 2015 y tras años de negociaciones en Viena, por Teherán y Alemania, Francia, el Reino Unido, Rusia, China y Estados Unidos. Netanyahu fue uno de los pocos líderes mundiales que saludó la salida de Estados Unidos del pacto que contempla limitaciones y controles a la actividad nuclear iraní a cambio de que se levantasen las sanciones en su contra.
En los últimos meses, las tensiones entre Israel e Irán han escalado en el conflicto armado de Siria, donde las autoridades israelíes no han dudado en atacar objetivos iraníes para impedir que Teherán estableciera sus bases cerca de sus fronteras, y recientemente las unidades persas se han retirado a 85 kilómetros de los Altos del Golán, territorio sirio bajo ocupación israelí, tras un acuerdo con Rusia.
La visita de 48 horas a Israel es la primera parada en una gira de tres países que llevará a cabo Bolton esta semana. Desde Israel, volará a Ginebra, donde se reunirá con su par ruso Nikolai Patrushev. Según el diario israelí Haaretz, el hecho de que el funcionario estadounidense visite Jerusalén antes de esa reunión podría significar que el gobierno de Trump quiere escuchar la posición de Israel sobre Siria antes de llegar a algún acuerdo con Rusia. Ayer, el funcionario adelantó, igualmente, cuáles eran sus intenciones en Siria. “El objetivo que estamos persiguiendo en Siria e Irak es la destrucción territorial del Estado Islámico (EI), ocuparnos de la amenaza territorial del EI y que Irán vuelva a llevar a sus fuerzas a su propio territorio”, respondió Bolton, citado por el Haaretz, a la pregunta sobre si la permanencia en el poder del presidente sirio, Bashar al-Assad, era un descenlace aceptable para Estados Unidos.