Hoy expira el tercer programa de rescate de Europa y el FMI a Grecia. A partir de ahora, Atenas tendrá que autofinanciarse nuevamente después de haber recibido créditos internacionales durante ocho años para evitar la bancarrota. Sin embargo, el gobierno griego seguirá empleando medidas de ajuste, según anunció ayer el presidente del Banco Central, Giannis Stornaras.
“Nos queda un largo camino por delante”, aseguró Stornaras, al diario ateniense Kathimerini. “Si no se cumplen las medidas de austeridad, entre ellas nuevos recortes a las pensiones, el país no conseguirá liquidez en los mercados a unos tipos de interés razonables”, agregó el también ex ministro de Finanzas.
Según el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), Grecia recibió en total 289 millones de euros a cambio de realizar duras reformas, recortes sociales y subidas de impuestos. Ante la finalización del programa de rescate, el director gerente del MEDE, Klaus Regling, llamó a Grecia a cumplir estrictamente con los términos del acuerdo. “Somos un acreedor muy paciente, pero queremos que nos devuelvan lo pagado. Por esto, vamos a seguir muy de cerca los acontecimientos en Grecia”, advirtió Regling.
“Ciertamente, hay mucha más confianza que hace un par de años. Sin embargo, en algunos de nuestros países miembros [de la eurozona], la confianza posiblemente no haya sido restaurada totalmente”, admitió el director del MEDE.