“Lo que están haciendo hoy es lo mismo que se hizo en los 90, y con eso están llevando a muchos compañeros a situaciones graves, a problemas de salud graves, por eso vamos a marchar a la sede de la gobernación para decirles que estamos dispuestos a seguir luchando por nuestra fuente de trabajo.” En diálogo con PáginaI12, Francisco “Pancho” Banegas, trabajador del Astillero Río Santiago y titular de la delegación Ensenada de ATE, anunció que hoy, desde las 8 de la mañana, se concentrarán en la puerta del complejo para luego marchar hacia la ciudad de La Plata para hacerle llegar su “mensaje de resistencia” a la gobernadora María Eugenia Vidal. “Nosotros estamos defendiendo la fuente de trabajo de toda la vida, vamos a pedirles sensibilidad a quienes no la tienen porque lo que está en juego son nuestros derechos, nuestro futuro y el del país, porque acá no sobran trabajadores, falta trabajo porque quieren terminar con el astillero para favorecer a sus amigos de la empresa privada y cumplir lo que ordena el FMI”.
Banegas sostuvo que tienen “apoyo internacional”, entre otras organizaciones, de la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadores Estatales (Clate), que pidió la intervención de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y también a nivel nacional. Como una muestra de solidaridad, en la sede del Astillero sesionó la Comisión de Intereses Marítimos de la Cámara de Diputados, con la presencia, entre otros, del titular del bloque de Unidad Ciudadana, Agustín Rossi, y los legisladores nacionales Nicolás del Caño, Roberto Salvarezza, ex titular del Conicet, y Julio Solanas, presidente del cuerpo que se ocupa de tratar los temas relacionados con la soberanía en el mar. La mayoría de los trabajadores afectados por la situación actual del astillero son de Ensenada y Berisso, y en menor medida de La Plata.
Diego Seimandi, secretario de Acción Política de ATE Ensenada, se refirió a uno de los hechos centrales que dan cuenta de la intención del gobierno de Cambiemos de provocar el cierre del astillero para favorecer a los sectores privados y a la importación de embarcaciones que podrían fabricarse en la Argentina. Uno de los temas tiene que ver con un viejo proyecto de la Armada, de alrededor de 20 años, con el propósito de incorporar las patrulleras oceánicas OPV, para modernizar su flota de mar. Seimandi recordó que la anterior incorporación de buques de importancia de la Armada se hizo hace 40 años, con la serie de corbetas misilísticas clase meko 140 que se construyeron en el Astillero Rio Santiago y cuyo contrato se firmó en 1974, durante el gobierno de Juan Domingo Perón. Agregó que “los OPV son los buques más incorporados por las Armadas en todo el mundo por su versatilidad y costo operativo”. Un informe elevado al Congreso Nacional señaló que “hoy 87 países tienen 839 patrulleras, mientras que las órdenes de construcción ascienden a 167, con un crecimiento del 23 por ciento en relación al año anterior”.
El Ministerio de Defensa avanza en la compra directa de cuatro patrullero oceánicos a Francia, en la operación más importante en la materia de los últimos 30 años. “Si se construyeran en el Astillero Río Santiago, significaría 6.229.000 horas hombres de trabajo, que equivalen a 1200 puestos de empleo en el astillero”. Además, por el fuerte impacto multiplicador de la industria naval “se generan por cada puesto directo dos puestos indirectos en las empresas proveedoras”.
De esa manera, el gobierno argentino “en un contexto de pérdida de empleos de calidad, genera más de 2000 puestos de trabajo durante cuatro años en Francia, en lugar de generarlos en nuestro país”. Para completar el despropósito “mientras el presidente Macri insiste en que nos ajustemos más y más para achicar el déficit, con esta compra se van a pagar 350 millones de dólares por los cuatro patrulleros agrandando el déficit comercial y como se hace con dinero público agrandamos el déficit fiscal”. La compra se haría efectiva cuando lleguen los primeros desembolsos del acuerdo con el FMI, cuya titular es la francesa Christine Largade.
El dirigente de ATE se preguntó: “¿Sera casualidad o será una imposición?”. Lo grave es que si los barcos se construyeran en Argentina, en Río Santiago, se ahorrarían 100 millones de dólares y se daría trabajo a personas que viven y sufren las políticas neoliberales en el país.
“Los patrulleros serían una extraordinaria oportunidad para potenciar nuestra industria naval”, aseguró Seimandi. Por eso hoy marcharán hasta la sede de la gobernación bonaerense con sus reclamos. El viernes está prevista la realización, en Ensenada, de un Congreso en el que participarán delegados del INTI, del Senasa, de Atucha, de Fabricaciones Militares, de la Conea y de los trabajadores del Astillero Río Santiago, para coordinar la realización de cortes, actos, movilizaciones y asambleas en todo el país para el 12 de septiembre, Día de la Industria Naval.