Agentes de la Policía bonaerense reprimieron con gases lacrimógenos, agua y balas de goma a los trabajadores del Astillero Río Santiago que se movilizaron hacia La Plata para denunciar la parálisis de la empresa. Los empleados se concentraron desde las 8 en la puerta del complejo y desde allí marcharon hacia la capital de la provincia de Buenos Aires para hacerle llegar su “mensaje de resistencia” a la gobernadora María Eugenia Vidal.
"Estábamos manifestándonos pacíficamente y empezaron a reprimirnos primero con agua y después con balas de goma", denunció Francisco Banegas, secretario general de ATE Ensenada. Banegas advirtió que la crisis que vive el Astillero es parte de “un plan” porque el mismo Presidente “dijo que había que dinamitarlo”. “Estamos preocupados porque este ajuste en las empresas del Estado solo pasa con represión”, insistió, al explicar que la gobernadora María Eugenia Vidal y el titular del astillero Daniel Capdevila, "nos obligan a estar en las calles reclamando nuestras conquistas de 25 y 30 años".