Las autoridades de Cataluña aún no lograron determinar el móvil del ataque con cuchillo en una comisaría de la ciudad catalana de Cornellá de Llobregat. Al cierre de esta edición, todavía se barajaban dos hipótesis: si fue acción terrorista o, lo que más defiende la fiscalía, un intento de suicidio del agresor, que buscaba morir matando.
El lunes por la mañana un hombre argelino de 29 años se abalanzó con un cuchillo sobre la policía que estaba de guardia. Según la declaración de la agente, Abdelouahab Taib, balbuceó “yo es que...”, sacó un cuchillo de la cintura, lo levantó y dijo “Alá”. La agente de los Mossos d`Escuadra afirmó que también escuchó otras palabras en árabe que no supo descifrar, según informó el diario español El País a partir de las declaraciones hechas por la policía en el juzgado de Cornellá. Acto seguido, como puede verse en las grabaciones de las cámaras de seguridad, Taib se abalanzó sobre la ventanilla con el cuchillo dirigido a la agente, quien se echó para atrás y lo esquivó. Según su declaración, la policía salió corriendo por un pasillo perseguida por el atacante. Se encontró con un compañero que empezaba su turno y ambos le apuntaron, según dijeron, mientras le gritaban que parase. La agente disparó cuatro tiros y tres impactaron en Taib: uno le dio en la cabeza, uno en un brazo y uno en la pierna. El hombre no tenía antecedentes penales, ni pertenecía al grupo de personas vigiladas por radicalización islamista. Tampoco encontraron armas en el allanamiento de su vivienda ni nada que lo vincule a grupos fundamentalistas, como tampoco lo hicieron en el análisis de sus redes sociales. La familia de Taib descarta de llano que haya sido un acto de terrorismo. Luciana, su esposa, declaró que éste llevaba un tiempo amenazando con suicidarse después de que ella descubrió que él era homosexual, algo que le preocupaba a Taib por su repercusión en la comunidad musulmana a la que pertenecía. Por dicha razón habían concluido su divorcio el martes pasado, aunque todavía seguían viviendo juntos. El día anterior, le había dejado un mensaje a su mujer, española ella, en el que aseguraba que se marchaba, según dijo, “al gran sitio de arriba”. En este sentido, la fiscalía considera que Taib había actuado por una motivación personal encauzada desde el punto de vista religioso. Entonces, el hombre había atacado a la agente con ánimo de matar o de morir matando. Buscaba una suerte de redención religiosa, dijo la fiscalía.
La Policía catalana, los Mossos d’Esquadra, por su parte insiste en que trata el suceso como un ataque terrorista y el director de los Mossos, Andreu Joan Martínez, defendió ayer que la actuación de la policía.
La familia de Taib, sin embargo, dijo ayer que tenía la intención de presentar una denuncia contra la Policía catalana por si hubo una actuación negligente en los disparos de la agente contra el argelino. El abogado de la familia, Davis Martínez, explicó que en los próximos días se personará como acusación particular en el caso.
Durante la declaración, la jueza le preguntó a la policía si existía algún protocolo policial que indique cómo actuar en caso de que un individuo se acerque a un agente al gritó de “Alá” y empuñando un cuchillo. La “mosso” respondió que no.