Organismos de derechos humanos, nietos recuperados, abogados y hasta el presidente de Bolivia, Evo Morales, despidieron a María Isabel Chorobik de Mariani, fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo e icono del movimiento que denunció el terrorismo de Estado desde el comienzo de la dictadura, quien falleció a los 94 años. “Adiós a una compañera de lucha”, arranca el comunicado de Abuelas, que la despidió “con enorme tristeza” y recordó a su ex presidenta como “una mujer fundamental en los inicios de la búsqueda de niños y niñas apropiados”.
“Chicha fue un ejemplo de fuerza, ética y solidaridad, e hizo escuela en la lucha de los derechos humanos”, destacó Nora Cortiñas, de Madres Línea Fundadora, que la definió como “una mujer extraordinaria, con muchas luces y un sentido muy amplio de la lucha”. “El amor por su hijo, nuera y nieta la transformaron en una luchadora única por su respeto, su ternura y su constancia inquebrantable”, escribió Hebe de Bonafini, de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, quien aseguró que “su figura nos acompañará en cada acto y en cada día donde reivindiquemos a nuestros hijos como revolucionarios”. “Muy triste por la muerte de Chicha Mariani”, confesó Evo Morales. “El mundo debe seguir el ejemplo de las inmortales hermanas argentinas y mantener viva la memoria para que Nunca Más vuelvan las dictaduras”, enfatizó el jefe de Estado de Bolivia.
“Se nos fue Chicha, pendiente quedó el abrazo con Clara Anahí, pendiente quedó la verdad y pendiente quedó la justicia. Tuve el inmenso honor de ser su abogada, junto a Valeria Thus y Pablo Lafuente en el juicio del plan sistemático de robo de bebés”, la despidió Elizabeth Gómez Alcorta. “Su lucha continúa porque no bajaremos los brazos ni un solo día, como ella nos enseñó con su ejemplo”, completó. “Siento que la partida de Chicha sin encontrar a su nieta es una batalla que perdimos. Pero también siento, con Juan Gelman, que ‘tenemos sed y paciencias de animal’”, escribió Marta Vedio, tenaz abogada de la Apdh La Plata. “La muerte puso fin a la tortura a la que Chicha fue sometida durante casi 42 años por el genocida Miguel Osvaldo Etchecolatz, el mismo al que nuestros jueces federales insisten en enviar a su casa porque es un pobre viejito, el mismo por el que hace campaña el diario La Nación”, lamentó. “Pude conocer su coherencia, su inteligencia y el enorme cariño con el que nos trataba a los que compartíamos la pelea por condenar a los genocidas”, contó la legisladora Myriam Bregman, que fue querellante contra Etchecolatz. “No pudo encontrar su nieta; continuaremos buscándola!”, agregó. “Falleció Chicha Mariani. En algún lugar, sin su identidad, está su nieta Clara Anahí. La seguiremos buscando, por Chicha, por memoria, verdad y justicia”, prometió María del Carmen Verdú, de Correpi.
“Se fue Chicha, una enorme mujer, de las imprescindibles. Rió y lloró junto a nosotros. Nos dio la fuerza para seguir la búsqueda de nuestros hermanos”, relató la nieta recuperada Victoria Moyano, militante del PTS. “No pudo encontrar a Clara Anahí. Seguiremos con nuestro fiel compromiso hacia ella por encontrarla”, agregó. Horacio Pietragalla, también recuperado por Abuelas, lamentó que Mariani “no pudo abrazar a su nieta”. “Seguiremos buscando a esa hermana y estará orgullosa de su abuela luchadora”, agregó el diputado de Unidad Ciudadana. Victoria Donda, nieta recuperada y diputada de Libres del Sur, la definió como “un ejemplo de coherencia y tenacidad”. “No pudo encontrar a su nieta” pero “se fue con el amor y la admiración de miles que reivindicamos su lucha y su ejemplo”, escribió Wado de Pedro. “Vamos a seguir buscando a Clara Anahí con el amor que nos legó”, agregó el diputado del FpV-PJ.
H.I.J.O.S. Capital recordó que “los genocidas secuestraron a su nieta Clara Anahí en el operativo en el que asesinaron a su mamá Diana Teruggi”, luego mataron a su padre Daniel Mariani y “Chicha murió sin el reencuentro”. “Eso es terrorismo de Estado seguido de pactos de silencio”, destacó. Memoria Abierta difundió fragmentos de la entrevista de Chicha para el invalorable archivo oral del organismo en 2002. “Reivindicamos y acompañamos su lucha por Clara Anahí y por todos los nietos que aún nos faltan”, destacó.