Javier Fernández pidió una licencia de dos meses en la Auditoría General de la Nación (AGN) tras su imputación en la causa por las fotocopias de los cuadernos. Su representante legal, Domingo Montanaro, aseguró que Fernández, luego de un atentado que sufrió en 2011, “comenzó a recibir tratamiento psicológico y psiquiátrico y tuvo una recaída relacionada con la tramitación de esta causa. En razón de ello es que necesita guardar reposo y tener atención médica”. La semana pasada Fernández declaró ante el juez Bonadio donde aseguró que no tenía ninguna relación con la trama de presunta corrupción que se relata en los cuadernos del remisero Oscar Centeno y dijo que nunca le entregó “una valija y un bolso” a Roberto Baratta.