“Que estamos en una tormenta nadie lo duda, el problema es que el gobierno no nos muestra un camino para superar la situación que estamos atravesando y encontrar un mejor lugar para la economía argentina”, señaló ayer el gobernador Miguel Lifschitz, en sus primeras declaraciones tras la reunión que mantuvo el pasado martes con el jefe de Gabinete, Marcos Peña. El mandatario explicó que el motivo del encuentro con el funcionario fue para tratar la eliminación del Fondo Sojero. “Vamos a tener serios problemas para darle continuidad a los proyectos de obra pública, que además significan empleo para los pueblos y las ciudades”, afirmó el gobernador sobre la decisión del gobierno nacional. En ese sentido, dijo que el objetivo es sostener el ritmo de la obra pública: “No queremos hacer recortes por lo que representa como fuente de empleo. Hoy, en la provincia de Santa Fe, 40 mil hogares tienen un sueldo a fin de mes gracias a la obra pública provincial”.  

En declaraciones a LT8, Lifschitz reveló algunos de los temas que trató con Peña, particularmente la eliminación del Fondo Sojero. “Representa un problema serio para las finanzas, no sólo pensando a futuro si no para el día a día, con ese recurso que tenemos en el presupuesto hay obras que están en marcha. Nos preocupa porque no le vemos alternativas”, expresó. Lifschitz reveló que existen conversaciones con otros gobernadores para compensar la pérdida con fondos de la Ansés, pero eso eventualmente podría ser para el año próximo. “Las noticias no son demasiado buenas”, advirtió.

Consultado sobre la posibilidad de recurrir a la Corte para objetar la eliminación del Fondo Sojero, el gobernador respondió: “Sí, lo estamos estudiando, pero eso tiene otros tiempos. Sabemos que las vías judiciales en Argentina llevan años, pudimos dar fe de ello porque llevamos más de 10 años atrás de un reclamo que todavía no se ha resuelto. Necesitamos soluciones rápidas porque son obras que están en marcha y necesitan financiamiento en el corto plazo”.  

Después de criticar al gobierno nacional por “no mostrar un camino para salir de la tormenta”, Lifschitz señaló que el del déficit fiscal no es el único problema. “Tenemos el de la pobreza, la brecha social, desde el punto de vista del impacto social es mucho más grave, y no hay ninguna medida que se esté pensando en ver cómo reducimos la pobreza, que había sido un compromiso del gobierno”, recordó.

Al referirse al impacto en el empleo en la provincia, el gobernador dijo que “todavía no es una situación masiva, hay problemas puntuales, pero siempre el hilo se corta por lo más delgado”, para luego agregar que los empresarios santafesinos “hacen un gran esfuerzo por retener la planta de trabajadores, se la bancan, buscan alternativas y reducen horas extras, trabajan en un solo turno, pero mantienen los planteles. Lo estamos viendo de una manera muy atenuada aunque recién estamos entrando en un proceso de recesión. Lo que pronostican todos los economistas es que en los meses de octubre, noviembre, la situación va a ser más compleja”.

Lifschitz consideró que el gobierno está planteando para el Presupuesto 2019 una reducción de partidas nacionales que venían a las provincias y también una reducción de recursos para las provincias. “Vamos a tener ajuste por los dos lados, y ya lo estamos viendo, recortes en los gastos de medicamentos, en salud, en aportes para política social, para educación. Todavía no es total el corte de esos recursos, es por goteo, pero se va sintiendo. Y probablemente el año que viene va a ser todavía más notable la situación”, pronosticó.

En ese marco, el gobernador dijo que tomó la decisión de realizar una reducción de todo el esquema de gastos previstos, tanto para este año como el próximo, pero marcó una diferencia: “Vamos a sostener el ritmo de la obra pública. No queremos hacer recortes por lo que eso representa como fuente de empleo. Y vamos a mantener el esfuerzo en las políticas que tienen que ver con lo social, priorizaremos las cosas que son fundamentales para la gente”.

Respecto a la cancelación de la deuda que mantiene Nación, Lifschitz dijo que le planteó a Peña la necesidad de apurar el trámite o flexibilizar algunas posiciones. “El cambio del contexto económico nos dificulta cada vez más llegar a un acuerdo. Lo que parecía una cosa razonable hace seis meses hoy empieza a perder puntos de referencia. Le pedí que busquemos de resolver el tema a la brevedad porque no tenemos un tiempo eterno, entendemos la realidad compleja de la economía pero necesitamos una solución y si no iremos por la vía judicial, que es más larga, pero que en algún punto le va a dar a los santafesinos lo que merecen”.