El dólar cerró ayer en 30,84 pesos, con un alza de 25 centavos que llevó el tipo de cambio a un nuevo record histórico. Esta vez la excusa elegida fue el real en Brasil, que también cedió terreno contra el dólar. Pero cada movimiento de la divisa en la Argentina lo que ratifica es la fragilidad de la economía doméstica derivada de desequilibrios propios que poco tienen que ver con el contexto externo. La incertidumbre política y económica colocó al dólar como principal activo de refugio frente a la expectativa de que la devaluación de la moneda parece inevitable. En el segmento mayorista volvió a escasear la oferta de los exportadores y el dólar aumentó en la misma proporción que al público, 25 centavos, a 30,25 pesos. Las reservas finalizaron en 55.103 millones de dólares, con una suba de 72 millones respecto de la víspera, aunque en los últimos dos meses desde que arribó el desembolso del Fondo Monetario se perdieron 8171 millones de ese stock.
No es Brasil, ni fue Turquía, ni la guerra comercial entre Estados Unidos y China, ni la posibilidad de que la Reserva Federal vuelva a subir la tasa de interés el mes próximo. Es la falta de credibilidad en el actual rumbo económico. Si bien los condicionantes externos complican al país, debido a que reduce las posibilidades de financiamiento externo, es precisamente el crecimiento exorbitante de la deuda de los últimos dos años y medio lo que da ese carácter de fragilidad a la economía local.
Ayer no fue la excepción y la devaluación de Brasil fue la justificación para un nuevo salto cambiario en el mercado local. El real cerró en 4,037 unidades contra el dólar y se ubicó en su máximo desde febrero de 2016. Es decir que con los ruidos políticos, la divisa en el país vecino vuelve a los valores de hace dos años. En la Argentina es otra la situación. La disparada del dólar fue constante en el mismo lapso, luego de que el Gobierno eliminara los principales resortes regulatorios a la compra de dólares.
Con una oferta privada reducida, el total operado en el segmento de contado fue bajo, de 417,1 millones de dólares. El Banco Central, cada vez más limitado en su accionar, no intervino en el mercado de contado, aunque hizo operaciones puntuales en el mercado de futuros. Para las estadísticas del Banco Nación, el dólar minorista sumó 20 centavos hasta los 30,70 pesos, pero el promedio de entidades que realiza el Central ubicó el precio de la divisa entre 30,82 y 30,84 pesos. El desconcierto financiero es tan alto que el valor del dólar en los canales formales fue mayor que el precio que se podía conseguir en cuevas de la city, donde se pedía hasta 30,75 pesos por billete verde.
En el mercado de futuros se reflejó la presencia oficial, interviniendo a cuentagotas sobre algunos vencimientos en particular. El monto negociado en futuros en el Mercado Abierto Electrónico fue de 240 millones de dólares. El objetivo es establecer una pauta de devaluación, pero las expectativas de los privados, grandes o pequeños, es que habrá mayores ajustes del tipo de cambio.
Los inversores suelen utilizar lo que se denomina posiciones de corto, que son apuestas generalmente con una mirada que puede diferir con la de largo plazo. De esta manera, se pueden comprar bonos de largo plazo esperando una mejora en los números de la economía de un país o del balance de una empresa, pero tomar cobertura para protegerse de caídas de corto plazo durante el proceso. En la Argentina coinciden las recomendaciones de corto y largo plazo: dolarizar cartera. Desde grandes inversores hasta pequeños ahorristas no dudan que el tipo de cambio continuará subiendo en el corto y el largo plazo sobre la base del esquema económico que plantea Cambiemos con acuerdo con el FMI, donde la única herramienta de política monetaria del equipo económico de Cambiemos es devaluar la moneda.
En las próximas jornadas habrá seguramente noticias negativas del exterior y la Argentina volverá a sobrerreaccionar con el tipo de cambio. De igual forma que su riesgo país aumentó más que el de la convulsionada Turquía –ayer el riesgo país argentino finalizó en 690 puntos–, o la devaluación del peso supere a la de Brasil. Por lo pronto, el Comité de Política Monetaria de la Fed anticipó que hay muchas chances para que suba su tasa de interés el mes próximo.