La tarde del miércoles bajo el sol tibio del invierno fue un escenario perfecto para recortar un nuevo comienzo para la Media Party, la fiesta que nuclea a más de 2500 emprendedores, periodistas y programadores que discuten durante tres días –hasta el viernes 24– sobre la actualidad y el futuro del periodismo y los medios de comunicación. Sobre bots, programación, datos abiertos, filtraciones, pero también sobre fuentes de información y recursos o herramientas narrativas.
El Centro Cultural Konex (Sarmiento 3131), sede tradicional del evento, recibió ayer a más de 1500 inscriptos que se volcaron a talleres, charlas y presentaciones con el fin de, como reza el eslogan oficial del evento, “reiniciar el periodismo”. Mucho se ha hablado, en anteriores ediciones, así como en distintos claustros académicos de los cinco continentes, sobre la crisis del periodismo. Lo que las Media Party han sabido dejar en claro es, precisamente, que la crisis no es necesariamente del oficio sino, como repiten en cada charla, de los medios: de los modos en que la información circula, se diseña, se piensa y, ante todo, se transmite.
Con ese eje, uno de los paneles destacados de la primera jornada fue el que organizó la sección local de Chicas Poderosas, una organización que nuclea mujeres de diversas áreas como periodismo, tecnología y diseño con el afán de proveerles apoyo e incentivar su trabajo. El feminismo también tuvo su sitio predilecto en la primera jornada. En el panel del miércoles se discutió específicamente sobre los nuevos modos de narrar historias, sobre la forma de poder continuar ejerciendo un periodismo profundo y comprometido social, política y culturalmente y, aún así, que sea efectivo y sepa llegar a las nuevas generaciones. La lógica, explicó Mariana Marcaletti, directora de TKM –que previamente realizó un taller basado en la experiencia del sitio para dejar de ser machista y volcarse a un contenido feminista o de género– es la de poner el foco en nuevos modos de contar.
En ese punto sobresale la propuesta de UnoAR, que suele producir informes a través de historias de Instagram o con gifs de Ricardo Fort –sí, de Ricardo Fort, esa suerte de figura pop heroica de la cultura digital– sin por eso descuidar la profundidad de los contenidos, según explicó Felipe Ramallo, director del sitio. También llamó la atención la propuesta de Beba, Feminismo de Internet, como una búsqueda de forjar contenidos “para las pibas” que son hijas de la revolución feminista, “no ya para hablarles de ellas sino para proveerles contenidos”. Así lo explicaron la directora y una editora del sitio, Emilia y Ayelén. Con poco menos de un mes en funcionamiento, tuvo una buena recepción de esas nuevas camadas de audiencias a partir de la cobertura de la sesión del 8 de agosto en el Senado.
A la salida de la charla, afincados en el patio, los presentes seguían debatiendo acerca de la posibilidad de aplicar las nuevas tecnologías en la narración. De la charla se desprendía una premisa central: “no es que las nuevas generaciones no lean o les interese informarse, sino que tienen nuevos métodos y hay que seducirlos”.
Más allá, en la parte trasera del predio, Olivia Sohr –de Chequeado– explicaba en un taller el modo en que se puede hacer periodismo de chequeo a partir de bases de datos abiertas. Antes había pasado por allí la experiencia de deconstrucción de TKM y la máquina elaboradora de bots de Franco Rabaglia.
De a poco se tornó un clásico y, como tal, la Media Party tiene segmentos conocidos por muchos. Las keynotes o charlas relámpago, en las que se presentan proyectos de medios y desarrollos digitales en torno a la información –muchos centrados en cómo captar inversores o monetizar un proyecto–, así como los workshops (talleres específicos que van desde la creación de bots a la forma de crear un medio en siete pasos y sin inversión) o la concurrida Media Feria, en la que decenas de proyectos de medios alternativos cuentan su experiencia y se dan a conocer a eventuales inversores así como a la comunidad en general.
Quedan dos días de experiencia compartida, de aprendizajes en torno al periodismo digital, el periodismo ciudadano, el periodismo de datos y, ante todo, de los modos en que se aplican las distintas herramientas para aquello que sigue siendo el foco: movilizar a los receptores de la información a partir de contar historias.
La Media Party es un evento organizado por Hack/Hackers, organización mundial con sede local, que ya va por su séptima edición local. El espíritu colaborativo y de comunión se respira durante las tres jornadas en las que los participantes siguen buscándole la vuelta al oficio y a las formas de narrar. Este año, además, cuenta con la participación estelar de figuras de la talla del especialista en comunicación de la Craig Newmark Graduate School of Journalism, de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, Jeff Jarvis, que al cierre de esta edición desterraba algunos mitos fallidos de aquellas ideas que cambiarían el periodismo pero no lo hicieron, además de fomentar su mirada sobre la necesidad de un periodismo “social”. También se destaca la presencia de Amanda Hickman, de factful, que es uno de los platos fuertes de la segunda jornada, que comienza hoy a las 9.
Habrá, entonces, quienes buscan entender hacia dónde van las audiencias, quienes intentan comprender a los inversores –o buscan seducirlos– y quienes pretenden comprender la mejor forma de hacer periodismo hoy. Todos ellos tienen su encuentro anual hasta el viernes: la cumbre del periodismo digital ha comenzado y, como dijo Ramallo a su turno, quizás se trate de “perder el prejuicio” sobre los nuevos modos y las nuevas herramientas disponibles.