Ayer por la mañana, el intendente de Mar de Plata, Carlos Arroyo, negó que hubiera “prohibición” o “suspensión” de las fiestas electrónicas en su distrito –como había trascendido el martes por la nochea, pero aclaró que tampoco las autorizaría–. “El decreto no habla de suspensión, dice que yo no autorizo, nada más”, declaró ante la prensa local en el hall de la municipalidad. Al caer la tarde, dio a conocer el decreto firmado por él mismo y otros funcionarios el martes, y que dispone “no autorizar la realización a partir de la fecha dentro del territorio del Partido de General Pueyrredon las llamadas ‘Fiestas Electrónicas’” y advierte que “las habilitaciones vigentes (…) cualquiera fuere su rubro original no incluyen la realización de las llamadas ‘Fiestas Electrónicas’”. Durante el día, empresarios de distintos boliches, como el propietario de balneario Mute, donde este sábado está prevista una fiesta electrónica para alrededor de 20 mil personas, se reunieron durante el día con distintos funcionarios municipales; el dueño de Mute insistió, también, en que “las fiestas electrónicas no están prohibidas”.
“¿Cómo no va a haber fiestas? Las que no autorizo son las fiestas electrónicas”, dijo ayer Arroyo a medios marplatenses, horas antes de que se diera a conocer la disposición municipal que advierte condiciones y fundamentos de esas no autorizaciones. El decreto Nº 112 detalla que “es sabido que el ‘éxtasis’, también llamado ‘pastillas’, ‘pastis’, ‘pirulos’, es 3,4-metiliendioximentanfetamina (MDMA)”, y que “es la droga de síntesis que más se utilizó a partir de la década del 90 en color blanco, amarillo o azul”. Además, dice que “cuando se consume éxtasis o se bebe alcohol, se desencadena un cuadro que se conoce como ‘golpe de calor’ con alto riesgo de deshidratación” y que “para neutralizar los efectos de esta sustancia se ingiere agua”, algo que se suma a la aparición de “sustancias como Eva, o también conocida como la ‘píldora del amor’, que algunos utilizan bebidas energizantes”. De acuerdo con el decreto, las autorizaciones otorgadas por el municipio “no incluyen la realización de ‘Fiestas Electrónicas’”, y el ente “no cuenta con los medios humanos y técnicos que permitan un control absoluto de los riesgos que se derivan para la vida humana”, por lo que “como consecuencia de este tipo de fiestas es necesario adoptar medidas de prevención”. Por ello, señala el decreto, Arroyo resolvió “no autorizar” esas fiestas y, en cambio, advertir que pueden ser sancionadas de acuerdo con las penalidades del Código Contravencional.