Una mujer de 25 años denunció que su ex pareja, contra quien pesa una orden judicial de restricción de acercamiento y expulsión del domicilio por violencia machista, violó la prohibición reiteradas veces, la golpeó y amenazó al hijo de 3 años que tienen en común pero que los policías de la comisaría 43, de Floresta, no lo detuvieron por incumplir la orden. “Viola la perimetral constantemente y se burla de la Justicia”, dijo Claudia, la madre de la joven Paula D.V., en diálogo con este diario. El juzgado Nacional en lo Civil Nº 81, que subroga durante la feria al Nº 84, dictó el 2 de enero una orden para “prohibir el acercamiento de Luciano Ariel Poles en un radio de quinientos metros” a Paula y su hijo, y estipuló que la medida para protegerla del agresor –contra quien pesan denuncias desde 2015– tiene alcance por 90 días. “Ese mismo 2 de enero hubo un policía en la casa un rato para notificarlo, pero después se fue. El se fue notificado y se llevó algunas de sus cosas, pero a la noche empezó a llamar por teléfono a su madre, que comparte la misma casa y empezó a reclamarle porque lo habían sacado de la casa. Acosaba por teléfono a la noche, y después empezó a entrar. Ayer (por el martes) volvió a ir, golpeó a Paula, empujó al nene. Ella llamó a la comisaría 43 pero cuando los policías llegaban decían que él ya se había ido y que no podían hacer nada aunque ella tuviera esa orden judicial”, añadió la madre. Paula D.V. ayer regresó a la Justicia, además, para dejar constancia de las violaciones a la perimetral.
Restricción sin control
Este artículo fue publicado originalmente el día 12 de enero de 2017