Tras la conciliación obligatoria del Ministerio de Trabajo, el Frente de Unidad Docente se sentó nuevamente en una mesa paritaria con los funcionarios de la gobernadora María Eugenia Vidal para reclamar un aumento que supere la pauta inflacionaria y que no deprecie su poder adquisitivo. La Provincia propuso un exiguo aumento del 19 por ciento con el sueldo de septiembre, cuatro puntos más que en la última oferta, más un plus no remunerativo a partir de septiembre de 210 pesos, además de una nueva convocatoria en octubre. Los gremios lo rechazaron de plano porque está por debajo de los pronósticos inflacionarios.
En la última convocatoria, el gobierno insistió con un aumento del 15 por ciento y un 1,7 por ciento adicional en concepto de material didáctico, que sólo recibirían los docentes al frente de grados. Los gremios reclamaron un 30 por ciento, con cláusula gatillo, y denuncian que están cobrando el mismo sueldo que en diciembre de 2017.
“Ya no hay más nada que decir, lo dijo el presidente. Pedimos un 30 por ciento, si quieren vamos a más de lo que consideran ellos. El FMI dice que no se van a cumplir las metas del 32 por ciento que acordaron con ellos. Economistas dicen que esta entre el 35, venimos con un planteo absolutamente razonable”, advirtió Baradel antes de entrar.
De acuerdo con un informe realizado por la FEB, el salario docente no sufrió ningún tipo de variación desde diciembre de 2017 a la fecha, “a pesar de los anticipos a cuenta decididos unilateralmente por el Gobierno”. En sus declaraciones, la gobernadora afirma que el último ofrecimiento a los docentes supera el 16 por ciento, pero según el sindicato “la variación real en el sueldo de los educadores es del 0 por ciento”. “Los docentes siguen viviendo con los mismos salarios que en diciembre de 2017”, aseguró la presidente de la FEB, Mirta Petrocini y agregó que “ya hemos demostrado que esos anticipos no conforman salario, porque no fueron considerados para el Aguinaldo, por ejemplo”.
El encuentro estuvo marcado por la emergencia edilicia en las escuelas bonaerenses que evidenció la muerte de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez en la escuela 49 de Moreno. Por ese motivo, los gremios pidieron al comienzo que participe un maestro de la escuela 49 en la reunión. “Si no entra él, nos vamos todos”, advirtieron ante la negativa de las autoridades.
Vidal convocó a los docentes sobre el filo del vencimiento de la conciliación obligatoria dictada para desactivar el paro por 72 horas al que los gremios llamaron tras las vacaciones de invierno. Durante ese lapso, se produjo la explosión en la escuela de Moreno y más de 600 escuelas suspendieron sus clases por fallas en el gas, la electricidad o la mampostería. “Será que no pueden mirarlo a los ojos y explicarle por qué Sandra y Rubén no están más con nosotros?”, resaltó el secretario general de Suteba, Roberto Baradel, a través de Twitter.
Los maestros llegaron al encuentro con carteles que decían “Sandra y Ruben presentes”, en referencia a los trabajadores de la educación que fallecieron en la tragedia. Esos fueron los que mostraron a los funcionarios antes de comenzar la reunión, acompañado por el grito “Sandra y Ruben presentes, ahora y siempre” en reclamo de Justicia.
Poco antes de entrar, Baradel adelantó que el principal de sus reclamos sería la elaboración por parte de la provincia de un “plan de contingencia”. “Queremos que se resuelvan las cuestiones que ponen en peligro la salud y la vida de los docentes, de los chicos, de los auxiliares. Hay problemas con el gas, la luz, la electricidad y peligros de derrumbe”, puntualizó antes de entrar.
Los docentes entienden que es necesaria la convocatoria de todos los sectores de la comunidad educativa y que se establezca una partida para resolver la emergencia en las escuelas. “Primero, escuelas seguras, después escuelas confortables”, aclaró Baradel, quien también denunció la desidia en los comedores escolares, en los que aseguró “están dando un tercio de lo que necesita la escuela”.