Después del descanso obligado por la cancelación de la novena etapa por las consecuencias del alud ocurrido en la localidad jujeña de Volcán, hoy el rally Dakar retornará a los caminos, con el décimo tramo, que unirá las ciudades de Chilecito (La Rioja) y San Juan, con un recorrido de 751 kilómetros, de los cuales 449 serán cronometrados.
La noche del martes y el día de ayer fueron utilizados para el reagrupamiento de la caravana en Salta, para lo cual la mayoría de los vehículos, competidores, asistencia y equipos de logística debieron recorrer un itinerario alternativo que pasó por San Antonio de los Cobres, dada la imposibilidad de cumplimentar el recorrido originalmente previsto por los organizadores. Desde la capital salteña, los participantes se dirigieron no sin dificultades hasta Chilecito, para hoy retomar la prueba, algo que en la tarde de ayer estuvo en duda dado que una gran parte de los vehículos de asistencia y de los utilizados para controlar el avance de los competidores permanecían varados a unos 160 kilómetros de Salta.
En lo deportivo, la anulación de la etapa entre Salta y Chilecito representó un duro golpe para la trigésima novena edición del rally más extremo del mundo, tras la cancelación de la del sábado –sexta– y el recorte de varios especiales. En total, ya son 1495 kilómetros cronometrados que han sido anulados sobre 4093 previstos, es decir más del 30 por ciento del trayecto. No obstante esta circunstancia, al menos entre los autos se espera una competencia muy reñida por quedarse con el lugar más alto del podio. “Un minuto en el Dakar no es ventaja. Creo que comenzamos casi de cero”, dijo Sebastien Loeb, el piloto de Peugeot que lidera la categoría, escoltado por su compañero de equipo y compatriota Stephane Peterhansel. Mister Dakar –como se lo llama a Peterhansel– destacó el trabajo de Loeb.
“Deberían estar liderando con unos veinte minutos de ventaja de no haber sufrido un problema técnico (en la cuarta etapa). Creo que han sido los más rápidos”, concluyó.