Producto de la devaluación, el Banco Central perdió durante el segundo trimestre del año 11.715 millones de pesos por operaciones concertadas en futuros cambiarios en ese período. El rojo en el balance de los contratos que negoció el organismo que conducía en ese momento Federico Sturzenegger -reemplazado a fin de junio por Luis Caputo- se explica por importantes diferencias entre el precio de cobertura que brindó a bancos y empresas y el valor final al que se alzó la divisa tras la corrida, que pasó de 20,45 a 29,66 pesos en tres meses. Los datos fueron brindados por la autoridad monetaria por un pedido que realizó el ex titular de la entidad, Alejandro Vanoli, al Tribunal Oral Federal Nº 1. El ex funcionario es parte de la causa por supuesta defraudación a la administración pública por la utilización de los contratos de dólar futuro como parte del instrumental del BCRA para reducir las expectativas de devaluación. La causa se sustenta en la pérdida que esos contratos generaron al Central luego de que el gobierno de Cambiemos llevara el tipo de cambio de 9,84 a 13,95 pesos en un solo día (17 de diciembre de 2015). El actual gobierno responsabiliza a la anterior administración por contraer futuros y se exculpa de haber realizado una mega devaluación. En la pérdida de abril-junio, la operación en futuros y la devaluación fueron parte de la misma decisión y manejo de la política económica.
La intervención a través del mercado de futuros es una herramienta que permite, sin sacrificar reservas, pulsear contra las entidades financieras en busca de calmar las expectativas devaluacionistas. Este mecanismo permite a quien compra el futuro asegurar el precio de un activo (materias primas, divisas, metales preciosos y tasas de interés, entre otros), si prevé que vaya a subir el valor durante el lapso hasta el vencimiento del contrato, mientras que quien lo ofrece estima una baja. Las diferencias entre las distintas posturas se compensan diariamente. En momentos de tensión cambiaria, esto fue utilizado con relativo éxito para morigerar expectativas. Se supone que si el BCRA vende un dólar a 10 pesos a marzo, como sucedió en la última etapa del gobierno anterior, es porque va a estar cerca de esos valores.
Pero la operatoria requiere cierta coherencia macroeconómica, algo que el gobierno de Cambiemos no tuvo. Al eliminar toda restricción a la compra de dólares promovió una devaluación de más del 40 por ciento de un día para el otro. Luego se quejó de la diferencia que debía pagar por los contratos existentes sin reconocer que la ganancia la había generado la devaluación y no la cobertura. Es por eso que iniciaron una causa contra Vanoli; el ex ministro de Economía, Axel Kicillof, y hasta la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. “Hicieron una entrega delictiva de reservas. Es un escándalo y lo saben. Y los procesados somos nosotros y los que luchan contra la corrupción son ustedes ¿Nos tomaron a todos por estúpidos?”, dijo anteayer la mandataria durante su exposición en el Senado por el tema de los allanamientos.
“¿Será considerado delito ahora que hicieron todo ellos (venta de contratos a fututo y devaluación)? Mas allá que en nuestra gestión en el Banco Central hubo ganancias por futuros por 5500 millones de pesos”, dijo Vanoli a este diario. Durante la corrida que se inició en abril y que, si bien no finalizó, se extendió con mayor intensidad hasta fines de junio, se perdieron unos diez mil millones de dólares en reservas, se disparó la inflación a un anualizado de entre 30 y 35 por ciento, las tasas de interés se establecieron por encima del 40 por ciento y se licuaron entonces buena parte de los salarios. Si esto no fuese un costo suficiente, en ese lapso Sturzenegger intervino con dólar futuro y perdió entre mayo y junio 11.715.945.273 pesos. En abril el resultado fue neutro. En mayo la pésima apuesta para el Central y excelente negocio para bancos fue de 1.569.058.543 pesos y en junio, de 10.146.886.730. “Falta saber los datos de julio y agosto que incrementarán este número”, dijo Vanoli, quien ya realizó ese pedido de informe.
Las cifras fueron presentadas la semana pasada al tribunal de Comodoro Py con una nota proveniente del Banco Central y las “impresiones de transacciones contables y resultados de operatoria en futuros Rofex y MAE y el listado de las posiciones abiertas del segundo trimestre”. El Rofex (de Rosario) y el MAE (porteño) son los únicos dos mercados autorizados en el país para operar contratos a futuro. “Esta pérdida se da más allá de que ellos megadevaluaron, perdieron reservas y pusieron las tasas por las nubes, generando una grave recesión que espiraliza la inflación”, criticó Vanoli. El ex funcionario apuntó además contra Sturzenegger “por haber permitido a los bancos aumentar durante 2016 su posición global en dólares físicos y a futuro (subió el tope en febrero y junio de ese año), lo que abultó más la pérdida”. Luego, pasado lo peor de la corrida, el Gobierno redujo la posición en dólares. En las últimas semanas el BCRA volvió a operar con dólares futuros.