El presidente boliviano, Evo Morales, expresó este jueves disconformidad con la decisión de Argentina de instalar una base militar en la frontera con su país, acusando a Buenos Aires de buscar amedrentar a su país.
“No estoy de acuerdo con lo que hizo estos últimos días Argentina, militarizar la frontera con Bolivia, en La Quiaca, al frente de Villazón”, señaló Morales en un discurso, según reseñó el portal del diario boliviano La Razón.
“Lo que hacen (los argentinos es) amedrentar. Intentarán asustarnos, no nos vamos a asustar, somos un pueblo unido, son fuerzas sociales. Intentarán como sea amedrentaros, no van a poder. No nos vamos a asustar (...) mientras estemos unidos nadie va a parar nuestro proceso de cambio”, agregó.
El embajador argentino en La Paz, Normando Álvarez, confirmó a periodistas que su gobierno decidió la instalación de una base militar en Abra Pampa, provincia de Jujuy, a 70 kilómetros de la frontera con Bolivia. Sin embargo, Álvarez desestimó una versión en redes sociales de que la instalación de la base militar argentina fue promovida por Estados Unidos para combatir al narcotráfico y al terrorismo. “¿Para qué necesitamos militares de Estados Unidos si nosotros tenemos fuerzas militares profesionales que pueden desarrollar tranquilamente su tarea?”, cuestionó el diplomático.
Morales discrepa con algunas políticas internacionales del gobierno argentino, por ejemplo, en la crisis de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), de la que Argentina y otros países suspendieron su participación.
Según el canciller boliviano Fernando Huanacuni, esa decisión se debe a que Buenos Aires dejó “temas pendientes” a la nueva presidencia pro témpore del organismo.
Argentina es el segundo comprador de gas boliviano. Un puente de unos 200 metros separa Villazón (Bolivia) de La Quiaca (Argentina), principal punto de ingreso para turistas de ambos países. El Gobierno argentino, argumentando su combate al narcotráfico y crimen organizado, inició la semana pasada el traslado de militares al altiplano de su frontera norte, que colinda con Bolivia. El viernes pasado Macri puso en marcha en Jujuy su mentado decreto que autoriza a las Fuerzas Armadas a intervenir en actividades de seguridad interior, algo prohibido por una ley sancionada por el Congreso (foto). “Confiamos y contamos con ustedes”, fue la expresión con que agradeció el apoyo “al Estado Mayor conjunto”, y les agradeció “su nivel de compromiso” para “enfrentar cualquier comportamiento mafioso”, una figura con la que el mandatario suele referirse a los gremios.
El acto que tuvo lugar en la ciudad de La Quiaca, en la provincia gobernada por su socio Gerardo Morales, criticado internacionalmente por el encarcelamiento y persecución contra dirigentes sociales, como Milagro Sala. Allí se lanzó el plan Fronteras Seguras, que consiste en la ubicación de satélites y postas militares donde conviven miembros de las fuerzas de seguridad federales y militares.