Más de 160 organizaciones nacionales e internacionales y referentes del ámbito de la salud exigieron al gobierno porteño que retire el sponsoreo de la empresa Coca-Cola de los Juegos Olímpicos de la Juventud, que se disputarán en octubre en Buenos Aires. Marcos Filardi, integrante de la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la Escuela de Nutrición de la UBA, explicó a PáginaI12 que es una contradicción “asociar un evento que promueve la vida saludable, en el que participarán jóvenes de 15 a 18 años, con la marca de una bebida que por su composición con alto contenido de azúcar y sodio son perjudiciales para esos chicos, y en un contexto donde hay una epidemia mundial, a la que Argentina no escapa, de sobrepeso y obesidad, y donde hay un aumento de las enfermedades crónicas no transmisibles (ENTs) asociadas a comestibles ultraprocesados, ricos en grasas, azúcares, sal y aditivos”.
El texto de las organizaciones, firmado por instituciones relacionadas a la salud de Argentina, Brasil, Chile, Canadá, Ecuador, México, Estados Unidos, República Dominicana, Uruguay, y adhesiones individuales como la de la exprimer ministra y exministra de Salud de Nueva Zelanda y exdirectora del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, Helen Clark, le exige al gobierno de la Ciudad que baje el patrocinio de la empresa Coca-Cola a los Juegos Olímpicos, en los que participarán 4000 chicos y chicas de 206 países.
La declaración apunta al contrasentido de que un evento deportivo, que promueve hábitos saludables, sea auspiciado por una marca que produce una bebidas azucaradas cuyos efectos son nocivos para la salud. Además, reclaman que el gobierno actúe para garantizar los derechos de los niños, niñas y adolescentes (NNyA) que son vulnerados al quedar expuestos a las estrategias de marketing que promueven bebidas azucaradas en eventos deportivos, que pueden socavar los beneficios para la salud que aporta la práctica de deportes e instalar prácticas de hidratación poco saludables que pueden perdurar a lo largo de toda la vida. Exigieron que el Gobierno arbitre las medidas necesarias para proteger a los NNyA de la exposición a la publicidad, y advirtieron que de no mediar una respuesta del Ejecutivo acudirán a la justicia.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sobrepeso y la obesidad infantil constituyen uno de los principales problemas de salud pública del siglo XXI. Unos de 41 millones de NNyA están afectados.
El país, según la última Encuesta Mundial de Salud Escolar disponible (2012), presenta un exceso de peso en adolescentes entre 13 y 15 años de 28,6 por ciento (sobrepeso 22,7 por ciento y obesidad 5,9 por ciento). Además, según un estudio de la Fundación InterAmericana del Corazón (FIC) Argentina y Unicef Argentina, la epidemia impacta más a los sectores vulnerables: los adolescentes de nivel socioeconómico más bajo tienen un 31 por ciento más de probabilidades de sobrepeso respecto a los adolescentes del nivel socioeconómico más alto.
En este sentido, los firmantes detallan que el consumo de azúcar agregado estimado en nuestro país es alrededor del triple del máximo de lo que recomienda la OMS no superar. Al mismo tiempo, señalan que una de las principales fuentes de ingesta de azúcar agregado es el consumo de bebidas azucaradas, y remarcan que la Argentina es el primer consumidor de bebidas gaseosas del mundo, con 137 litros per cápita por año.
Además, advierten sobre las campañas de marketing de las empresas de bebidas azucaradas, que destinan millones en publicidad, promoción y patrocinio de eventos que naturalizan el consumo de estas bebidas, causante de obesidad y sobrepeso, que afectan a una población particularmente vulnerable a estas estrategias comunicacionales como es la de los NNyA,
Al respecto, la directora del Área de Políticas de Alimentación Saludable del FIC, Lorena Allemandi, remarcó que “la obesidad infantil es un grave problema de salud pública mundial y el país no escapa a esta problemática que golpea a los sectores más vulnerables. Ya hay recomendaciones de organismos internacionales sobre políticas que deberían seguirse para mejorar el entorno de esos sectores, entre esas medidas, esta reducir la exposición al marketing de alimentos no saludables, ya que los chicos son muy vulnerables esos mensajes. Eso incluye los mensajes en televisión, redes sociales, vía pública, los lugares por donde pasan los chicos como los colegios y hospitales, y los eventos deportivos”, detalló la directora, quien recordó que “estos son juegos de la juventud sponsoreados por una multinacional que busca captar consumidores, en un sector vulnerable, cuando la evidencia es clara sobre el daño a la salud que provoca el consumo de estas bebidas”, remarcó.
Sus argumentos hacen pie en la Convención de los Derechos del Niño, que establece la obligación del Estado de garantizar el derecho a la salud de los niños, niñas y adolescentes, y en la recomendación del Comité de los derechos del Niño, que aconseja a los Estados que tomar medidas para proteger a los niños de las violaciones del derecho a la salud.