Beber, aunque solo sea un vaso de vino o una cerveza al día, comporta un riesgo para la salud, según un amplio estudio sobre la frecuencia y el impacto del consumo de alcohol, responsable de tres millones de muertes al año en el mundo. Uno de cada tres bebedores de alcohol muere al año por problemas de salud relacionados con el alcohol. Un 2,2 por ciento son mujeres y un 6,8 por ciento hombres, según un estudio que aboga por el “cero alcohol”. El mundo cuenta con 2400 millones de bebedores, un 63 por ciento de ellos hombres. El estudio, publicado ayer por la revista médica The Lancet, evalúa los niveles de consumo de alcohol y sus efectos en la salud en 195 países entre 1990 y 2016. El alcohol causó 2,8 millones de muertes en 2016, señala la investigación. En 2016, el consumo de alcohol era el séptimo factor de riesgo de muerte prematura y de invalidez en el mundo y la principal causa de muerte entre las personas de entre 15 y 49 años (accidentes de carretera, suicidios, tuberculosis, entre otras). Beber un vaso al día durante un año aumenta en un 0,5 por ciento, entre las personas de entre 15 a 95 años, el riesgo de padecer uno de los 23 problemas relacionados con el alcohol: cáncer, enfermedades cardiovasculares, ACV, cirrosis, accidentes o violencia, consideran los autores. Esto significa que la tasa de mortalidad en el mundo aumenta en 100.000 casos al año por un vaso al día.