“La economía argentina está transitando los peores meses. La presión cambiaria no termina. Se agudizó en las últimas semanas por Turquía y Brasil. El riesgo país escaló en las últimas dos semanas y ahora el mercado está testeando este nivel. Los bancos de inversión del exterior tienen posturas diversas. Algunos recomiendan a sus clientes seguir vendiendo riesgo argentino y otros plantean que es momento de incorporar activos del país debido a los altos rendimientos. El dólar desde abril subió 50 por ciento. La tasa de interés está en niveles elevados y con esto la economía no arranca. La sequía influyó pero hay una parte importante que se debe a menor consumo y caída de inversión. El salto cambiario, el impacto tarifario y la tasa elevada es un combo recesivo. El sector externo está ajustando y las cuentas fiscales también pero a un ritmo menor al necesario. Los vencimientos financieros no son tan alarmantes pero resultarán difíciles de abordar sin acceso a nuevo crédito para hacer el roll over de los pagos de capital. Ningún país del mundo paga 100 por ciento del capital sin refinanciarlo. El problema es que los inversores del mundo para volver a prestarle a la Argentina piden cosas difíciles de conjugar. Ajuste macroeconómico, dinamismo de la economía y gobernabilidad”.

* Directora de EcoGo.