“No hubo ni habrá diálogo con esta política económica”, sentenció ayer la Corriente Federal de Trabajadores (CFT), el sector interno de la CGT que encabeza el dirigente bancario Sergio Palazzo. En un documento crítico del Gobierno, titulado “O cambia la política económica o la argentina quiebra”, la Corriente pidió a la conducción de la central sindical que “decida con urgencia un plan de acción que unifique los reclamos y las luchas que los distintos sectores del movimiento obrero argentino están llevando adelante en todo el territorio nacional”, frente al crecimiento en el número de despidos y suspensiones de los últimos meses.  

Para la CFT -que nuclea a más de 30 gremios y representa a trabajadores bancarios, gráficos, docentes privados, molineros, lecheros, empleados de farmacia y pilotos, entre otros- la convocatoria del Gobierno a la mesa de “Diálogo por la producción y el trabajo”, en un contexto de ajuste, “es una pantomima”. “Los despidos con que comenzó el 2017 son una prueba de ello”, argumentaron. “El gobierno, y los CEOS empresarios que lo integran, insisten en agraviar y comprometer con sus incumplimientos a la Confederación General del Trabajo. No podemos aceptar esto, debemos frenar el atropello a la clase trabajadora”, reza el documento, que exige a la conducción tripartita de la CGT una posición más dura frente al Ejecutivo. 

“La eliminación del plazo mínimo de permanencia en el país de las inversiones financieras extranjeras alienta al capital especulativo a ingresar sin restricciones” al país, dice el texto, lo que “abre paso a los golpes de mercado”. El Gobierno, advirtió la CFT, planifica también “una escalada contra la protesta social y los piquetes y para desorganizar y fragmentar el movimiento nacional”.