El ex secretario de Obras Públicas, José López, y el financista Ernesto Clarens ampliaron ayer su declaración indagatoria ante el juez federal Claudio Bonadio en la causa por las fotocopias de los cuadernos desaparecidos del suboficial retirado Oscar Centeno. Trascendió que el ex funcionario, preso en el penal de Ezeiza y juzgado por enriquecimiento ilícito, habría hablado sobre el esquema de recaudación vinculado a la obra pública durante el kirchnerismo. En principio los investigadores no estarían conformes con la declaración y le pidieron que “aporte más datos”. Por otra parte, el dueño de la financiera Invernes SA, a quien se vincula al fallecido ex presidente Néstor Kirchner, negó haber ocupado el rol de “cobrador” de retornos que le adjudicaron algunos empresarios, por lo que disminuirían sus chances de acceder a la figura de “arrepentido”. En el caso del empresario Néstor Otero, concesionario de la principal terminal de ómnibus de la Ciudad de Buenos Aires, el juez rechazó ayer un pedido para excarcelarlo y ordenó allanar su casa en Puerto Madero, donde encontraron tres cajas fuertes. Anoche se supo que contenían un millón de dólares y un millón de pesos.

La causa iniciada a partir de las anotaciones del militar retirado que prestó servicios como chofer de Roberto Baratta, ex secretario del entonces ministro Julio De Vido, registró ayer novedades en paralelo con los allanamientos a propiedades de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. El ex secretario López, que el viernes pasado declaró durante horas ante el fiscal Carlos Stornelli, habló ayer ante Bonadio hasta después del mediodía con la esperanza de lograr ser encuadrado como “arrepentido”, tal como acordó con el fiscal. Según la agencia Noticias Argentinas (NA), el imputado amplió detalles sobre el sistema de recaudación ilegal y “apuntó hacia Néstor y Cristina Kirchner como responsables” de ese esquema. También dio detalles sobre el episodio de la madrugada del 14 de junio de 2016 cuando fue filmado por cámaras de seguridad mientras ingresaba bolsos con casi nueve millones de dólares y 150 mil euros a un convento de General Rodríguez. López, que en los últimos días habría cambiado su lugar de detención dentro del penal de Ezeiza, manifestó temor por su seguridad, la de su familia y reiteró su interés en permanecer en el programa de protección de testigos e imputados. 

Clarens también declaró por primera vez en la causa ante Stornelli el viernes pasado. En esa oportunidad fuentes judiciales dejaron trascender que admitió que cambiaba pesos por dólares como una especie de intermediario entre empresarios y Kirchner o su secretario Daniel Muñoz, ambos fallecidos. Según NA el financista, imputado como partícipe de una asociación ilícita para recaudar fondos, habría aportado más detalles sobre el entramado financiero detrás de las maniobras con los bolsos de dinero.

Un tercer imputado que amplió ayer su indagatoria fue “El Zar de Retiro”, Néstor Otero, dueño de TEBA, concesionaria de la terminal desde 1993. Miembros de Prefectura y de Policía Federal allanaron al mediodía un departamento suyo en Puerto Madero, donde trascendió que encontraron tres cajas fuertes. Otero, que se entregó el martes pasado y quedó detenido, negó ayer las acusaciones en su contra, por lo que Bonadio le negó la excarcelación y seguirá encerrado en el penal de Marcos Paz. El empresario imputado afirmó que en la fecha en la que aparece mencionado en los cuadernos entregando un bolso a Nelson Lazarte, asistente de Baratta, en realidad estaba en Paraguay. Su apellido aparece en los presuntos apuntes de Centeno en junio de 2015, entregando un bolso con 250 mil dólares, y en otra oportunidad regalando vinos y champagne a Baratta.