Tropas federales de la Fuerza Nacional de Seguridad enviadas por el presidente, Michel Temer, arribaron ayer a la región amazónica de Brasil para reforzar el patrullaje urbano, en el marco del refuerzo de seguridad de las cárceles del norte del país, donde se registraron tres masacres en los últimos siete días con un centenar de presos fallecidos.
Unos 200 hombres de la fuerza de elite federal de la policía llegaron a los estados de Amazonas y de Roraima, en el norte del país.
La medida forma parte de la ayuda del gobierno central a siete estados que reclamaron mayores refuerzos para mejorar la seguridad en torno del sistema penitenciario, que incluyen a Acre, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Rondonia y Tocantins.
Los primeros agentes de esta unidad especial –compuesta por militares, civiles, bomberos y expertos en seguridad– llegaron en la madrugada de ayer a Manaos, escenario de la segunda mayor matanza registrada en una cárcel brasileña. Según el Ministerio de Justicia, 100 efectivos fueron enviados a este estado fronterizo con Venezuela, el mismo número que se desplazó al estratégico enclave de Amazonas.
En el complejo carcelario Compaj de Manaos, en el estado de Amazonas, administrado por la empresa privada Umanizzare y en la cárcel pública de Boa Vista, grupos que controlan el crimen organizado en Brasil provocaron masacres entres presos que han conmovido al país y abierto un debate sobre el sistema carcelario nacional. Los cadáveres hallados en las cárceles mostraban claras señales de torturas y tratos inhumanos. Brasil tiene la cuarta población mundial carcelaria, con 622.000 detenidos, casi la mitad de ellos sin sentencia.
La función de la tropa federal no reemplazará al servicio penitenciario, informó el ministro de Justicia, Alexandre de Moraes. “No podrán realizar reemplazos de lo que sería la policía penitenciaria, pero podrán reforzar la seguridad en el entorno de las prisiones y en la ayuda de recaptura de fugitivos”, explicó.
Según la cadena Globo, la policía del estado de Amazonas, fronterizo con Colombia, apunta que siete detenidos acusados de comandar la masacre tienen vinculaciones con el mismo proveedor de armamento de guerra que las FARC colombianas. Sin embargo, otras fuentes aseguran que la disputa se desató entre bandas narco que controlan los penales.
El presidente Temer, quien anoche viajó a Portugal para los funerales del ex presidente portugués Mario Soares, antes de partir anunció que en Rio Grande do Sul, estado vecino a Uruguay y Argentina, se construirá una nueva unidad penitenciaria.