Las fuerzas iraquíes conquistaron ayer una serie de edificios de un complejo gubernamental en el centro de Mosul, cerca de la orilla oriental del río Tigris, en el marco de la ofensiva lanzada para expulsar de la ciudad al grupo islamista radical Estado Islámico (EI).
Así lo informó el comandante de las Fuerzas Especiales antiterroristas, el general Maan al Saadi, quien agregó que después de que las fuerzas liberaran ayer a la mañana el barrio de Al Dubat por completo, irrumpieron en el estratégico distrito de Al Maliya, donde se produjeron violentos enfrentamientos contra el EI.
En ese barrio las fuerzas especiales antiterroristas lograron tomar el control del complejo gubernamental, que incluye los departamentos de Comunicaciones y Correos de la provincia de Nínive, cuya capital es Mosul, además de los edificios de la autoridad de Inversiones, la dirección de Electricidad y la de Seguridad Interior.
Tras la conquista, las tropas izaron la bandera iraquí en los edificios del complejo, el segundo más importante de la ciudad, después del que alberga la municipalidad, situado en la mitad occidental, aún en el poder yihadistas. Estos edificios forman parte de los nuevos complejos que el gobierno local de la provincia de Nínive construyó antes de la caída de Mosul en manos del EI en 2014.
Esta es la segunda sede administrativa más importante de la ciudad, mientras que la principal, donde se encuentra la municipalidad en la parte occidental, todavía lejos del alcance de las tropas iraquíes. Ambos forman parte de los nuevos edificios públicos que el Gobierno local de la provincia de Nínive construyó antes de la caída de Mosul (la segunda ciudad iraquí) en manos del EI, que estableció allí su “capital” en Irak.
El pasado 17 de octubre, las autoridades iraquíes, con el apoyo de la coalición internacional que encabeza Estados Unidos, lanzaron una gran ofensiva para recuperar Mosul, y desde entonces consiguieron arrebatar a los yihadistas en torno al 80 por ciento del sector este de la ciudad.
La batalla está siendo muy dura debido a la resistencia que ofrece el EI, cuyos combatientes permanecen en el interior de Mosul, así como por la presencia de civiles, que se calcula que eran más de un millón cuando dio comienzo la campaña militar.
En diciembre el avance de las fuerzas iraquíes se detuvo debido también al mal tiempo, pero a finales de año las autoridades anunciaron que renovarían la ofensiva y en los pasados diez días han cosechado avances destacados.
Por su parte, la fuerza aérea iraquí, que desempeña un papel crucial en la ofensiva de Mosul, abatió ayer a cuatro líderes del EI de nacionalidad australiana en un bombardeo sobre el barrio de Al Hadbí, en el noreste de la urbe, donde las tropas están combatiendo.
Estados Unidos aumentó hasta 450 los asesores militares en Irak en las últimas semanas, los cuales participan en la ofensiva de Mosul, tanto en la retaguardia como junto a las tropas gubernamentales en los diferentes frentes de batalla.