El periodista rosarino Alejandro Grandinetti se sumó al massismo por sus propuestas sobre “seguridad” luego de un asalto que sufrió en su casa del barrio Fisherton, fue candidato a intendente de su ciudad y llegó al Congreso como diputado nacional del Frente Renovador de Santa Fe. Defiende la política parlamentaria del massismo de acordar con el Gobierno nacional y descarta un acuerdo provincial con el socialismo si finalmente en las elecciones legislativas se rompe el oficialista Frente Progresista santafesino entre el PS y la UCR. Sostiene que habrá una alianza provincial con el GEN de Margarita Stolbizer y dialoga con las distintas variantes peronistas santafesinas –que incluye a los senadores Carlos Reutemann y Omar Perotti, además de María Eugenia Bielsa– en busca de un acuerdo político que desplace en 2019 al “aletargado” socialismo del poder provincial.
–¿Cómo evalúa los acuerdos del massismo con el oficialismo para sacar las leyes que reclamaba el Gobierno?
–Hubo diálogo con el Gobierno y con otras fuerzas también en la que se sacaron más de cien leyes. La Cámara de Diputados está dividida en tres partes y se necesita el acuerdo de al menos dos de ellas para poder sacar un proyecto y eso fue un muy buen ejercicio. Hubo leyes importantes, como el derecho de las víctimas, extinción de dominio, precursores químicos, que son leyes que van a aportar a futuro para soluciones a problemas concretos.
–También existen críticas al massismo por ser más permeable a acordar con el Gobierno que con otras fuerzas de la oposición.
–La ley antidespidos la votamos junto con el Frente para la Victoria, pero nosotros no nos podemos hacer cargo de los vetos de Macri. La reforma de Ganancias no la acordaron con nosotros, que impulsamos un proyecto con el resto de la oposición que tuvo 141 votos y fue cambiado en el Senado. La opción que nos quedaba en la Cámara baja es que pierda estado parlamentario hasta marzo de este año o votar una ley más moderada que la que nosotros queríamos y que incluía impuestos a la renta financiera, a las mineras.
–El Frente Renovador acompañó otras leyes importantes para el gobierno y entre ellas el blanqueo de bienes y capitales, donde Macri modificó la propuesta opositora de no incluir a los familiares de los funcionarios ¿Lo consideraron una ruptura presidencial a los acuerdos parlamentarios?
–No, fue una extralimitación del Ejecutivo sin lugar a duda, incluso lo denunciamos porque a través de una reglamentación se cambia el espíritu del artículo de una ley habilitando a esposos, hijos y padres. Si fue un quiebre o no, no lo sé. Lo que intentamos fue darle racionalidad a una coyuntura compleja en la Argentina. Algunos pueden o no estar de acuerdo con la visión de este espacio político que conduce Massa pero creo que nadie puede tildarlo de amateur o reprocharle modificaciones en las que no se consiguió nada. En cada una de las leyes que participamos y cada modificación que proponíamos explicamos por qué.
–En muchas de esas leyes surgieron debates internos y posiciones encontradas en el bloque del Frente Renovador.
–Somos el bloque con mayor representación gremial en Diputados, con un ex gobernador como Felipe Solá, economistas, empresarios como De Mendiguren. Lo que Massa expresa es esa nueva manera de conducción política con amplitud de criterios. La búsqueda de hegemonías no sirve.
–En la elección de gobernador se perfilaron tres grandes fuerzas, el PS, el PRO y el PJ. ¿Cuál es la estrategia que se trazará el massismo?
–La última elección fue la legislativa y nosotros superamos al PS en senadores y diputados. Creemos que va a ser una elección extraña: queremos armar acuerdos políticos que tengan que ver con la realidad santafesina, donde la actual la coalición gobernante ya no tiene la misma fuerza que años atrás. Ante una elección unificada, la UCR tendrá que definir si pertenece al Frente Progresistas de Santa Fe y a Cambiemos a nivel nacional como expresó el presidente del radicalismo y ahí va a ser difícil tener un doble discurso. El peronismo está buscando sus propios liderazgos y nosotros como fuerza emergente en construcción seremos parte de una elección y soy muy prudente en aventurar resultados.
–Con la decisión de unificar la elección y la idea de la UCR de conformar Cambiemos en la provincia ¿podría haber un acuerdo del socialismo con el Frente Renovador como el que se trabaja con Stolbizer?
–Hoy, parecería imposible. No así con Margarita.
–Además del GEN, ¿con qué otras fuerzas podrían acordar en Santa Fe?
–Tenemos diálogo con diferentes sectores del peronismo de Santa Fe, charlamos con los senadores del PJ. Tenemos que intentar preparar una fuerza política de cara al 2019 que supere las propuestas del socialismo.
–Si hablan con los senadores del peronismo, se refiere a Reutemann y Perotti. ¿Con cuál de ellos tienen un mayor acercamiento?
–No sólo dialogamos con ellos, también con diputados, con María Eugenia Bielsa. Doce años atrás el peronismo gobernó por más de una década la provincia y tiene distintos dirigentes con experiencia y estructuras separadas. Creo que desafío es formar una estructura que saque a la provincia de un acostumbramiento y cierto inmovilismo y aletargamiento del socialismo con respecto a otras provincias, como Córdoba. Además, hay temas específicos de Santa Fe, como narcotráfico e inseguridad que se han disparado notablemente.
Test del veraneante
–¿Twitter, Facebook o Instagram?
–Soy bastante nabo en las tres. Todavía prefiero la comunicación telefónica y Whats- App.
–Para lectura ¿papel o ebook?
–Papel, diarios y libros.
–¿Qué libro está leyendo ahora?
–Soy un lector voraz. Ahora estoy leyendo un libro viejo sobre ‘La opinión pública y la opinión del público’ que me regaló Julio Raffo y me pareció fantástico y El fin del poder, de Moisés Naim, que es un escritor venezolano que habla de la sobrevaloración de los Estados sobre la capacidad de tomar decisiones o mover el curso de sus economías ante la ampliación del abanico de actores. Me gusta releer Arturo Jauretche y Leopoldo Marechal, retomé un libro de (Zygmunt) Bauman, ahora que murió.
–En aperitivos ¿Campari, Fernet o vermouth?
–Siempre un Campari viene bien, a la tardecita.