El vocero de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), presbítero Máximo Jurcinovic, ratificó que resignarán en forma gradual las asignaciones que los obispos reciben del Estado: “Hay un trabajo conjunto entre la Iglesia argentina y la Jefatura de Gabinete, para ir buscando nuevas alternativas en el sostenimiento del culto católico. De un modo gradual, el Episcopado irá resignando estas asignaciones históricas”. Fernando Lozada aseguró: “Otro aspecto de esta pelea es el económico. La Iglesia recibe 130 millones de pesos en subsidios directos del Estado, para sueldos de obispos, arzobispos, sostenimiento de seminarios. Esta es plata que la Iglesia recibe directamente y a la que ahora está dispuesta a renunciar, según dijeron públicamente. Pero esto es una mínima parte de lo que recibe, ya que la mayor parte del dinero proviene de las exenciones impositivas a las propiedades”. Y César Rosenstein amplió: “Una de las formas más usadas por la Iglesia para acumular dinero tiene que ver con los impuestos. Una parte de sus propiedades está exenta, por ejemplo, de ABL, y otra no. Entonces no paga por ninguna y a fin de año aparece algún legislador que propone la condonación de deuda para esas propiedades. Y se aprueba y no pagan nada. Así que renunciar a los 130 millones...”.