El hombre que murió junto a una mujer tras ser arrastrado el vehículo en el que viajaban por el alud que afectó el martes la localidades jujeñas de Bárcena y Volcán fue identificado como Willy Fernand Antoine Stroven, de 73 años, belga domiciliado en Maimará, según consta en el carnet de conductor encontrado junto al cuerpo, indicó el secretario de Seguridad de Jujuy, Guillermo Siri, y explicó que la mujer aún no fue identificada por el estado en que se encontró el cuerpo. Siri afirmó que la pareja fue vista alrededor de las 15 del martes por vecinos de la zona que alertaron al personal de seguridad que trabajaba en el lugar.

En tanto, el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, declaró ayer zona de desastre y emergencia social, productiva, agropecuaria y de            infraestructura al Departamento Tumbaya y demás localidades y jurisdicciones de la Quebrada, como así también los departamentos Ledesma y Santa Bárbara, también afectados por el temporal.

A última hora del martes, al regresar de una recorrida por la zona, el gobernador aseguró que se trató de una “tragedia” y un “evento muy extremo”, ya que “llovieron 200 milímetros en minutos” por lo que se produjo el aluvión. “En Volcán hay más de 200 personas evacuadas, en Tumbaya también algunos; tenemos más de mil evacuados”, pero la situación también estaba “complicada en Barcena”. “Hemos tenido que lamentar la pérdida de dos vidas humanas, una pareja”, confirmó. Si bien Morales mencionó que “hay heridos”, ningún organismo oficial dio detalles al respecto y no hubo más menciones a heridos o desaparecidos.

“Estamos trabajando en solucionar primero la situación de la gente a través de un trabajo conjunto entre Vialidad de la provincia y Nación”, expresó el mandatario al evaluar los daños sufridos en la zona devastada por el alud en Volcán y otras zonas inundadas.

El vicegobernador, Carlos Haquim, visitó ayer la zona y se reunió con los intendentes de Humahuaca, Tilcara y Maimará. Junto a otros funcionarios recorrió la zona afectada por las lluvias, en donde destacaron las dificultades para trabajar con las maquinarias.

“El alud causó un desastre en el pueblo de Volcán y toda la zona de Bárcena”, evaluó el ministro de Infraestructura de Jujuy, Jorge Rizzotti, y apuntó que “está trabajando una docena de equipos pesados con el propósito de generar despejar la ruta 9”. Si bien la ruta no está transitable –entre la localidad de León y Purmamarca– ayer a la mañana lograron pasar por un desvío precario vehículos de gran porte que estaban varados. El secretario de Servicios Públicos de la Provincia, Guillermo Marenco, señaló que el material que bajó de las montañas “tiene una consistencia líquida muy particular” y “las palas (de Vialidad Nacional y Provincial) no levantan nada” por lo que el trabajo de despeje de la zona se realizaba en forma lenta.

La Coordinación de Emergencias de Jujuy informó que se trabaja en el relevamiento de datos en cada centro de evacuados y personal operativo realiza tareas de limpieza extrayendo el barro de la viviendas afectadas.

Marenco puntualizó que la “altura del barro supera en algunos puntos los 10 metros y el ancho es de unos 300 a 500 metros”.

Varias familias de la localidad de Bárcena que fueron evacuadas por el alud en la zona de Volcán y alojadas en el Regimiento de Infantería Mecanizado (RIM 20) de Jujuy relataron ayer que sintieron un “miedo terrible”, porque veían cómo se tapaban de barro sus casas y que salvaron la vida trepando a los techos.

Una de las damnificadas, Fermina Díaz, expresó que las pérdidas en su casa fueron totales, ya que el alud que descendió desde el cerro Chilcayoc llegó hasta el techo de la vivienda. “En nuestro caso tuvimos que salir hacia el techo por la chimenea, no nos quedaba otra”, recordó con tristeza la mujer, quien junto a sus seis hijos y su esposo permaneció en el domicilio hasta que fueron traslados al RIM 20. “Teníamos un almacén, dos freezer, dos heladeras, una camioneta y muebles, pero lo perdimos todo. Ahora no sabemos dónde vamos a ir a vivir”, lamentó la mujer. “Cuando estábamos arriba de la casa sentíamos que se venía abajo todo por cómo temblaban las paredes”, expresó Díaz y dijo que su esposo Francisco Mamaní tuvo que arriesgar su vida para poder rescatar a su hijo de un año y tres meses, quien “se encuentra bien de salud”. La mujer, de 45 años, aseguró que nunca había vivido que un alud de esta naturaleza, aunque observó que “en los últimos años no se había trabajado en el lecho del arroyo, no se lo había limpiado”. “Ahora no sabemos adónde ir a vivir”, señaló.

Una situación similar vivieron Carmen Mamaní y su familia, quien manifestó que “es un milagro que estemos vivos”. “En minutos nos vimos desbordados completamente y nos subimos al techo para estar a salvo”, dijo la mujer, que en medio de la situación pensó que el alud se había llevado a uno de sus hijos, que realizaba tareas de limpieza en el cauce cuando quedó atrapado.

Carlos Liquin, vecino de la cuesta de Bárcena, relató que vive en proximidades del Arroyo del Medio, cuyo cauce “desbordó de forma descomunal y arrastró todo”, entre ellos algunos animales que tenía, como una yegua y su cría. “Sentí un ruido muy fuerte y al rato mi casa se cubrió de lodo; perdí todo. Por suerte salí por mis propios medios”, dijo Liquín, de 82 años, quien en ese momento estaba solo en la casa.