“Terminar con el problema de la inflación es una de las cosas más simples que tengo que hacer en caso de gobernar en el futuro”. Categórico, Mauricio Macri definía como algo sencillo bajar el índice inflacionario. Era el 8 de febrero de 2015, día de su cumpleaños número 56, y lo afirmaba en la mesa de Mirtha Legrand, en Mar del Plata, diez meses antes de asumir la presidencia.
“¿Cómo puede ser complicado algo que resolvió el 99 por ciento de los países del mundo?”, respondió ante el “¿Más simple? Pensé que era complicadísimo” de la conductora. “Logramos estar en el uno por ciento peor”, remarcó el entonces candidato. “Si yo le digo a cualquiera en esta mesa que está en el uno por ciento peor profesionalmente (sic) en lo que hace, no me saluda nunca más en la vida”, agregó, sentado junto a su esposa, Juliana Awada.
“Hicimos algo muy mal, el resto de los países tiene inflación de un dígito, estar en el 99 por ciento no debe ser tan difícil”. La receta macrista aplicada desde diciembre de 2015 no bajó la inflación, sino que la impulsa más, y aleja más a la Argentina del club del 99 por ciento, pese a ser “una de las cosas más simples” que prometió Macri.