La caracterización ideológica del macrismo no es complicada. “Las políticas que lleva adelante el gobierno de Mauricio Macri son políticas de derecha, que es cómo se las llama en todo el mundo”, explicó Beatriz Sarlo. El alineamiento ideológico del principal partido de la Alianza Cambiemos es muy claro. En enero de 2017, Propuesta Republicana (Pro) se afilió a la Unión Demócrata Internacional (UDI). Esa liga aglutina a setenta partidos de derecha de 56 países del mundo. Entre ellos, el Partido Republicano de Estados Unidos, la CDU alemana, el Partido Popular español, el Partido Conservador inglés y la Unión Democrática Independiente chilena. La UDI saludó la incorporación del Pro expresando que “la victoria del presidente en 2015 dejó atrás décadas de un populismo de izquierda sin reglas. El presidente Macri es el primer líder de centro derecha en tomar el poder desde el regreso de la democracia en 1983”.
En particular, el Pro tiene múltiples lazos de afinidad con el PP español. Los think tanks de ambos espacios (Fundación Pensar-Pro; Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales-PP) realizaron varias actividades conjuntas. En septiembre de 2011, Mauricio Macri viajó a Madrid para apoyar la candidatura presidencial de Mariano Rajoy. En 2015, el entonces canciller español José Manuel García Margallo declaró que “las relaciones entre Macri y Rajoy son entrañables” y que los programas de ambos gobiernos son “muy parecidos”.
Las similitudes no terminan allí: la financiación ilegal de las campañas electorales salpicó las dos formaciones. La sentencia del caso Gurtel desató un terremoto político en España. Por eso, Mariano Rajoy fue desalojado del gobierno, luego de perder la moción de censura parlamentaria. En Argentina, la investigación del periodista Juan Amorín reveló irregularidades en la financiación de las últimas dos campañas electorales de la coalición gobernante. La cuestión del financiamiento político es un tema candente en todo el mundo. El origen del financiamiento de las campañas electorales es un tema de moda en la Argentina.
Sin perjuicio de eso, el tratamiento informativo de los medios hegemónicos es muy sesgado. Los supuestos hechos de corrupción son resaltados cuando salpican al kirchnerismo y, por el contrario, minimizados si rozan la Alianza gobernante. En ese sentido, los periodistas Irina Hauser y Raúl Kollmann en PáginaI12 sostienen que “llama la atención que los grandes medios, que ignoraban los aportes truchos a las campañas electorales de Cambiemos, aprovechándose de quienes cobran planes sociales, ahora se escandalicen con el supuesto apriete a los grandes empresarios en los aportes a las campañas electorales del kirchnerismo.
Esa doble vara informativa es denunciada por numerosas publicaciones internacionales. En pleno escándalo por la difusión de los Panama Papers, el periódico alemán Sueddeutsche Zaitung señaló que “es llamativo que debido a la gravedad del hecho que implica que el primer mandatario del país sea tan poco tratado en los medios de comunicación masivos argentinos, salvo escasas excepciones. Si en el caso hubiera estado implicada su predecesora Kirchner, sin dudas se le estaría exigiendo en todos lados la dimisión al cargo”.
Otro ejemplo fue lo que ocurrió con la investigación de Juan Amorín. Mientras permanecía invisibilizada en la mayoría de los medios argentinos, el diario El País de España informaba que “un escándalo de financiación irregular sacude la política argentina. La Justicia investiga si la coalición oficialista Cambiemos inscribió a cientos de beneficiarios de subsidios sociales como donantes de la campaña electoral en Buenos Aires. Mauricio Macri arremetió con dureza contra las causas abiertas por corrupción al kirchnerismo en la campaña electoral que lo aupó como presidente en 2015 y en las elecciones legislativas de 2017. El discurso de transparencia con el que ha buscado diferenciarse de la gestión kirchnerista se tambalea ahora por un escándalo de supuesta financiación irregular de la coalición que lidera, Cambiemos”. La doble vara al palo.
@diegorubinzal