El lonko de la comunidad mapuche en Resistencia de Cushamen, Facundo Jones Huala, fue trasladado nuevamente al penal de Esquel por decisión de la fiscal Silvia Little. Pasado el mediodía, más de 20 efectivos de la Policía Federal ingresaron de manera violenta al domicilio de su abuela, Trinidad Huala, donde el líder mapuche se encontraba cumpliendo prisión domiciliaria, y sin leerle ninguna notificación lo subieron a una camioneta y se lo llevaron a la Unidad Penitenciaria N°14 de Esquel. “En ese momento que se lo estaban llevando, me llama el secretario del Juzgado del penal de Bariloche que al requerimiento del juez le informan que se había revocado el arresto domiciliario”, explicó Sonia Ivanoff, abogada de Jones Huala, a Página/12.
Según Ivanoff, la revocación del arresto domiciliario fue requerida por la fiscal Little, quien consideró como fundamento el "peligro de fuga", en virtud de que en 10 días hábiles el Estado argentino debe informar a Chile si confirma la extradición, que el jueves fue ratificada por la Corte Suprema. La abogada anticipó que va a presentar un recurso de apelación porque no se respetaron “los plazos procesales” para tomar la decisión de revocar el arresto domiciliario. "No habían avisado ni siquiera al control de monitoreo electrónico, él sigue con el posicionamiento electrónico. Fue todo rápido y con una serie de irregularidades", aseguró Ivanof, quien además indicó que "lo que hicieron fue totalmente cirquero. Toman decisiones equivocadas que no tienen una lectura de dimensión social de la realidad. Buscan siempre forzar al conflicto, al choque. No quieren lío y generan conflicto”.
Hace dos días, la Corte Suprema confirmó la extradición a Chile del referente mapuche para ser juzgado por los delitos de incendio en un lugar habitado y tenencia ilegal de arma de fuego de fabricación artesanal. El máximo tribunal ratificó así lo decidido en primera instancia por el juez Gustavo Villanueva, quien reabrió el pedido para extraditarlo a pesar de que ya había desestimado por el juez federal de Esquel Guido Otranto en 2016.
En un fallo unánime, Lorenzetti, Highton de Nolasco y Maqueda desestimaron los distintos planteos formulados por la defensa de Jones Huala, algo que también acompañaron Rosatti y Rosenkrantz, pero con consideraciones particulares respecto del pedido de la defensa de evaluar la acusación contra el líder mapuche como delito político.