Talleres, uno de los animadores de la última Superliga, consiguió ayer por la tarde su primer triunfo del torneo al superar a Gimnasia por 2-0 en La Plata. El elenco cordobés venía de caer como local con Central (0-1) y frente a Boca en la primera fecha (0-1 en La Bombonera). Mientras que para el Lobo, uno de los más comprometidos con los promedios, fue la segunda derrota consecutiva tras la sufrida en Banfield (0-1) la fecha pasada.

En un encuentro deslucido, los dirigidos por Pedro Troglio cumplieron con el libreto reservado para el equipo dueño de casa y llevaron las riendas. Pero al adelantamiento en el campo, el Lobo no le añadió creatividad para llegar al arco de Herrera. El muy mal desempeño de Rosales y los incontables retrocesos del uruguayo Silva –quien muy comprometido con la marca se fue alejando cada vez más del área rival– hicieron a Gimnasia depender demasiado de la pelota parada para poder generar algo de peligro. Fue así que Piovi y Faravelli tuvieron sus chances, pero el remate del primero se fue desviado y el del segundo fue controlado por Herrera.

Talleres, por su parte, tuvo dos caras: la de timorato durante gran parte del encuentro y la de un equipo vertical y efectivo en los últimos veinte minutos. En ese período final fue que los cordobeses entendieron que podían llevarse los tres puntos y aceleraron, dejando en evidencia una gran diferencia de velocidad con los locales. Los tantos de la victoria tuvieron las firmas de Cubas, quien encontró un rebote en el área a los 69, y del ingresado Ortiz, que en el descuento definió un gran contragolpe para darle los primeros puntos del torneo a la T y dejar preocupado a Troglio.