El etíope Mosinet Geremew (59m49s) se quedó ayer con los 21 kilómetros de la media maratón de Buenos Aires tras superar por tan sólo un segundo al keniata Bedan Karoki (59m50s) –medalla de oro en el Mundial de la categoría en 2016–, quien pensó que había sido el ganador y celebró en vano por unos momentos. El podio fue completado por el también keniata Lawrence Cherono (1h01m58); mientras que por el lado de los argentinos, el entrerriano Julián Molina se quedó con el título de campeón nacional con una marca de 1h4m19s. La edición 2018 de los 21k, donde por primera vez hubo tiempos por debajo de la hora, contó con la participación de más de 20 mil personas, entre los que hubo cuatro mil atletas internacionales. Según informó la organización, la jornada se vio empañada por el fallecimiento de un corredor santafesino de 55 años tras sufrir un paro cardíaco durante la competencia.