Emilio Vaschetto, nacido en Córdoba, en 1972, es médico psiquiatra y psicoanalista miembro de la Escuela de la Orientación Lacaniana, la Asociación Mundial de Psicoanálisis y del Centro Descartes. Es también docente adscripto del Departamento de Salud Mental de la Facultad de Medicina (UBA) y supervisor de residencias en psicología y psiquiatría en el ámbito de la provincia de Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires. Vaschetto es, además, miembro fundador de la Red Iberoamericana de Historia de la psiquiatría y presidente honorario del Capítulo de Epistemología e historia de la psiquiatría (APsA).

Este destacado psiquiatra y psicoanalista publicó numerosos trabajos en revistas y libros tanto nacionales como internacionales y como autor del libro Los descarriados. Clínica del extravío mental: entre la errancia y el yerro (Grama, 2010), recibió uno de los Premios Nacionales de Cultura en el año 2011. Además fue compilador de: Depresiones y psicoanálisis. Insuficiencia, cobardía moral, fatiga, aburrimiento, dolor de existir (Grama, 2006), Psicosis actuales. Hacia un programa de investigación acerca de las psicosis ordinarias (Grama, 2008), Epistemología y psiquiatría, relaciones peligrosas (Polemos, 2012) y Lenguaje y psicopatología (Polemos, 2012). 

En su libro Ser loco sin estar loco, Vaschetto se pregunta: “Por qué no alucinamos si el lenguaje está fermentando en nuestra cabeza y cómo es que no deliramos si es que continuamente interpretamos el mundo con la torsión de nuestro deseo”. Y brinda un ejemplo para ser gráfico: “No estaba muy errado Raymond Queneau cuando suponía que el primer hombre habría sido un mono que se volvió loco. El lenguaje lo hace todo, desde enloquecernos hasta deshacernos de nuestros padecimientos, desde soñar hasta imaginar, hacer vibrar las palabras en el amor hasta congelarlas en el odio inveterado. El lenguaje lo hace todo, todo menos uno: gozar”. La esencia de su investigación se resume en una frase propia: “Solo el psicoanálisis contempla la extraordinaria alternativa de una locura sin locura.”