Empezaron con una cámara oculta en la que ofrecían “muestras gratis” de brownies locos en una farmacia por la legalización de la marihuana medicinal en Uruguay. Y terminaron haciendo Traigan el porro (misión no oficial), una película que cuenta una movida para contrabandear porro al país, con el presidente Pepe Mujica como jefe de la operación. “La cámara oculta la hicimos cuando todavía era ilegal pero todo el mundo sabía que en dos semanas se iba a votar la ley, entonces había un espíritu de casi legalidad”, cuenta Denny Brechner, guionista, protagonista y director junto a Alfonso Guerrero y Marcos Hecht. Subieron el video el día que se votaba la ley y fue furor en las redes sociales. Tanto que The Guardian y Le Monde lo mencionaron: “Todo el mundo estaba mirando a Uruguay, era el primer país que legalizaba la marihuana. Estábamos en un momento histórico y, aunque había mucha militancia, nadie estaba haciendo algo divertido”, explica Brechner.
Se quedaron con ganas de más. Y se enteraron que en unos meses se iba a hacer en Denver, el primer estado norteamericano en legalizar la marihuana recreacional, el Día del Porro. Tenían tiempo para armar el proyecto y lo armaron bien: una especie de comedia road movie con la idea de que Uruguay debía importar marihuana para satisfacer la demanda inmediata y legal. “En su momento, Uruguay efectivamente no tenía, y realmente estuvo hablando con algunos países a ver cómo podía hacer para conseguir cannabis”, justifica Brechner. Entonces inventaron la Cámara Uruguaya de la Marihuana Legal y viajaron a Estados Unidos, a pedido del entonces presidente Mujica, para cumplir con la misión. “Es el presidente más famoso que tuvo el Uruguay, por su filosofía, por ser el presidente más pobre del mundo, por ser ex guerrillero, por haber estado preso. Esa visión que tiene el mundo sobre Mujica nos pareció una oportunidad para reírnos, y él también se ríe de ese imaginario”, asegura.
En Estados Unidos entablaron relación con la Iglesia Cannabica de la Fe Verde y con el embajador uruguayo en Washington, pero no todo es tan formal: también intentaron conseguir porro con los minions, la Estatua de la Libertad y Woody de Toy Story. ¿Todo estaba armado? “Obviamente si somos solo nosotros es ficción, pero cuando aparece alguien más hay algo de realidad, desde el presidente, el embajador en Estados Unidos o Allen St. Pierre, el referente norteamericano por la legalización de la marihuana. ¡Es el tipo que defiende la legalización en CNN!”, aclara Brechner sobre algunos de los involucrados. “Los llamé, les dije que era el presidente de la Cámara Uruguaya de Marihuana Legal y que me quería reunir con ellos”, dice entre risas.
¿Fue fácil conseguir faso en Estados Unidos? “Hay un millón de áreas grises con la marihuana, y entre esos límites tratamos de manejarnos”, se ataja, y reafirma que en la película hacen de simples “burócratas del Estado” tratando de cumplir una misión. “A efectos prácticos, una cosa es hacer esta película con un estudio atrás que pone todo lo que necesitás... Nosotros, si íbamos en cana, no teníamos a quién llamar”, dice el uruguayo. “En un momento estábamos con marihuana falsa encima, pero andá a explicar que es falsa. ¡La mejor marihuana falsa que vi! Para mí era porro común que no pegaba... Estábamos cocinando brownies, pero en un momento empezó a haber un olor a porro terrible y el dueño del departamento que alquilamos nos quería echar a la mierda, casi llama a la policía”, reseña.
* Traigan el porro (misión no oficial) tendrá proyecciones desde el jueves 30, todos los días a las 23 en Hoyts Abasto.